SINOPSIS
Aldo es un tipo de barrio, solitario e inquietante, que vive encerrado en una rutina cuya única emoción es tenerlo todo absolutamente controlado. Cada mañana se levanta a la misma hora para llegar a tiempo a su negocio, un servicio de autolavado para coches; esperando así que nada altere su pequeño sistema de costumbres: controlar a sus empleados, controlar el gas, controlar su dieta, controlar a sus vecinos… Hasta que decide alquilar el apartamento que posee justo enfrente de su casa a la atractiva Andrea, una fotógrafa trotamundos que está embarazada y no sabe, y no le importa, quién es el padre.
REFERENCIA

Segundo largometraje de Juan Taratuto (Buenos Aires, 1971) después de No sos vos, soy yo (2004).

Notas del director:
“Un día me reuní con Pablo Solarz, admirado guionista a quien conocía desde hacía tiempo pero con el que nunca había trabajado. Lo había invitado a ver un primer montaje de mi película No sos vos, soy yo, casi como retribución a las observaciones que él me hizo al leer el guión y que tanto me sirvieron. Yo estaba interesado en hacer algo con él y le pregunté en qué andaba. Desplegó sobre la mesa un catálogo de guiones imaginarios, que no tenía escritos en ningún lado pero que los narraba como si acabara de terminar de ver la película. Recuerdo que la primera historia me encantó (aunque me di cuenta, como si fuera una prenda de vestir, que no era para mí) y cuando arrancó la segunda, me hipnotizó. Empezaba así: un hombre se enamora de una mujer que está embarazada y encima ella no sólo es madre soltera, sino que cuando él le pregunta quién es el padre ella responde lo peor que se le puede contestar a un hombre enamorado: “no sé”. Con ese principio quedé maravillado y no sólo me cautivó hasta el final de la historia sino que tenía perfectamente claro el tema de la película: los valores. Los valores a la hora de relacionarnos con alguien. Y me di cuenta en seguida que era un tema que me atrapaba, con el que me sentía identificado. Los valores propios contrastando con los ajenos. Y es necesario poder aceptar los ajenos y ablandar los propios si uno quiere seguir adelante. Y me di cuenta que me pasaba lo mismo que con mi película anterior, en la que todo el mundo podía sentirse reflejado. De hecho, casi sin quererlo, No sos vos, soy yo se ha transformado en la película independiente más taquillera del 2004 en nuestro país.

“Cuando yo encuentro algo así en una historia me tranquilizo porque sé que es lo más difícil y lo que todos vamos a buscar a la pantalla, encontrarnos a nosotros mismos. Nuestros problemas, creencias, valores y pensamientos. Y este guión lo tenía. Después de leer decenas de guiones en los meses previos, encontraba algo genial. Y Pablo seguía contándome todo el desarrollo del guión y todos los personajes que desembocaban en un final emotivo y yo pensaba cómo hacer para empezar lo antes posible a filmarlo, sentía que podía comenzar al otro día la preproducción. Pero existía un problema: primero que el guión no existía y segundo que había que contratar a Pablo.

“Esa misma tarde me fui a la oficina de Hernán Musaluppi, mi productor, y le dije: ‘No sé cómo, entiendo que la productora no tiene un peso, que puso todo en mi película, (aún no se había estrenado) no tengo idea de cómo vamos a hacer, pero hay que comprar el guión YA!!

“Siempre he tenido la idea que desde una comedia se puede decir casi cualquier cosa y que una comedia utiliza el humor como instrumento, no como un fin en sí mismo. Desde la mayor seriedad, sin buscar el gag, confiando en las situaciones, se puede generar una comedia o mejor dicho comedia de sentimientos, en donde se mezclan el humor y el drama para contar una historia”.