DIRECTOR

Víctor Blanco

DISPONIBLE EN NUESTRO CANAL YOUTUBE. Cortometraje que explora la situación del sueldo mínimo de los trabajadores venezolanos en el contexto actual, y la precariedad del mismo a la hora del sustento de la vida diaria de un ciudadano cualquiera. Los testimonios de un vigilante, un bombero, un docente, un politólogo y dos abogados laborales, entre otros, ofrecen un panorama desalentador en un sistema en el que el salario mínimo es fijado “unilateralmente por el Estado sin consultarse a los empresarios ni a los sindicatos de trabajadores”.

Tras su anterior cortometraje Alto al fuego (2019), realizado durante la tercera etapa de Fábrica de Cine, el cual abordaba el tema del derecho a la protesta en Venezuela, el joven realizador Víctor Blanco dirige este nuevo film, Sangre. Sudor y… nada (2020) en donde vuelve con otro tema no menos fundamental en la sociedad venezolana como lo es la situación del salario mínimo de los trabajadores. 

Con imágenes de archivo que muestran el poder adquisitivo del ciudadano venezolano en décadas pasadas y el testimonio de un vigilante, un bombero, un docente, un politólogo y dos abogados laborales, entre otros, el film ofrece un panorama actual de la situación precaria de los ciudadanos, a los cuales lo que ganan en sus respectivos desempeños laborales, no les alcanza para satisfacer las mínimas necesidades de sustento diario.

El cortometraje en si no toca el tema de la cuarentena pero Blanco durante el planteamiento del proyecto se hizo la pregunta de si esto se encontraba así antes de la pandemia, “ ¿cómo se encontrarían estas personas ahora que muchas no pueden trabajar a raíz de la situación?”

Para este joven realizador el proceso de escritura de guion "fue caótico, pues no es fácil plantear una idea y menos aún cuando estás a quién sabe cuántos metros o kilómetros de tu equipo”, haciendo referencia a los impedimentos de movilidad y reunión del equipo productor debido al confinamiento decretado debido al Covid-19. Pero eso no impidió el contacto y las reuniones necesarias ya que “por lo demás, un cuaderno, un lápiz, mi pc y una tacita de café fueron personalmente mis herramientas para, junto a mi equipo, enfrentar todas las adversidades, investigando por un lado en distintas páginas web y noticieros vía online e incluso preguntando a distintas personas acerca del tema”. 

Para Blanco “lo esencial fue la comunicación, donde bueno, quizás podíamos tener algunas adversidades como, por ejemplo, la luz, el internet o que por ejemplo yo no dispongo de un teléfono celular. A pesar de esto, nos mantuvimos en comunicación constante tanto con mi grupo como con el sr Omar (Mesones) para que todo el mundo estuviera constantemente avanzando en algo por su lado”.