SINOPSIS
Durante una sesión de grupo, la psicoterapeuta muere sentada en su escritorio detrás del cristal oscuro de las gafas de sol, dejando a los ocho pacientes "huérfanos". Pasados los primeros minutos de incertidumbre, los pacientes deciden buscar un sustituto. Como la búsqueda se revela imposible, resuelven autogestionar las futuras sesiones... Ocho personajes unidos entre ellos por un elemento en común, el análisis de grupo, que ofrece no solamente un panorama de las debilidades y fragilidades humanas, sino también de los deseos de cambio que caracterizan a nuestros tiempos.
REFERENCIA
El actor y director Carlo Verdone (Roma, 1950), hijo del crítico y profesor universitario de Historia del Cine Mario Verdone, se diplomó en dirección cinematográfica en el Centro Experimental de Cinematografía y, también, es licenciado en letras. Se afirma como artista de cabaré y obtiene un gran éxito participando en el programa televisivo “Non Stop“ (1979). Un año más tarde debuta detrás de las cámaras con Un sacco bello, donde da vida a numerosos y divertidísimos personajes. Con Bianco, rosso e Verdone (1981) confirma su maestría para profundizar en la psicología de los personajes. Con Borotalco (1982) se introduce en un territorio clásico como el de la comedia sofisticada con mejores resultados que con Acqua e sapone (1983). Trabaja junto a Sordi, codirector en In viaggio con papà (1982), y posteriormente dirige dos películas poco logradas: I due carabinieri (1984) y Troppo forte (1986).

Consciente de bordear el costumbrismo, Verdone opta por una forma más madura de expresión en Io e mia sorella (1987), donde el humor se entremezcla con una nota de melanconía a la que demasiado a menudo mete la sordina. Entre análisis social y crítica de costumbre, Compagni di scuola (1988) sigue siendo su película más persuasiva, en virtud de la dimensión coral y de un guión compacto que pisa con decisión el pedal de la maldad. Entre la multitud de éxitos discutibles o repetitivos, destacan como felices excepciones Maldito el día que te encontré (1992), una historia de amor entre dos neuróticos; Perdiamoci di vista (1994), donde ironiza sobre la "telebasura" y Gallo cedrone (1998), que actualiza con venenoso sarcasmo la caracterización de los peores vicios itálicos a la manera de Alberto Sordi.

Ma che colpa abbiamo noi (como la famosa canción de los Rokes), de 2003, es el más reciente trabajo de Carlo Verdone que pone fin a tres años de silencio, después de C'era un cinese in coma (2000).

El guión se acerca a dos de las obras más logradas del director: Compagni di scuola, de la que retoma la estructura coral, y Maldito el día que te encontré, de la que copia la temática psicoanalítica. Sin embargo, de la primera se distingue por la falta de maldad, mientras que de la segunda mantiene el tono agridulce de reflexión sobre los mecanismos de pareja. Sin embargo, con respecto al desmadre de sus obras más recientes, Verdone reconquista aquí una medida y una gracia para nada despreciables.