Tras la ejecución de su familia a manos de los nazis, una joven judía se une a la resistencia que lucha contra la ocupación en Holanda. Su misión será infiltrarse en el cuartel general nazi, seduciendo a un alto oficial alemán para obtener información y poder liberar a un grupo de combatientes que han sido capturados.
REFERENCIA
El holandés Paul Verhoeven (Ámsterdam, 1938) se hizo internacionalmente famoso cuando dirigió Robocop (1987), uno de los films más exitosos de la década de los 80, en el que la ciencia ficción se veía arropada bajo el manto de la violencia. A este título siguió, sacándole provecho a la fórmula, El vengador del futuro (Total Recal, 1990) con Arnold Schwarzenegger y Sharon Stone, para continuar luego con la provocadora Bajos instintos (Basic Instinct, 1992), en la que repitió con Stone, rematando finalmente con el descalabro de Showgirls (1995), calificada como una de las peores películas de ese año (Verhoeven es el único director que ha ido a recibir el premio de los Razzies, dedicados a lo peor del cine de Hollywood y entregados un día antes de la ceremonia del Oscar).
Pero a pesar de esta exitosa carrera en Estados Unidos, pocos sabían que en su Holanda natal, sin embargo, el cine de Verhoeven era otra cosa, o al menos apuntaba a otros intereses.
Se graduó en la Universidad de Leiden en Matemáticas y Física. Se unió a la armada neerlandesa y fue allí donde empezó a rodar y a hacer sus primeros documentales. Abandonó la armada y se metió en la televisión neerlandesa, donde desarrollaría estas nuevas habilidades que había adquirido rodando documentales para el ejército. Su primer gran éxito fue la serie de televisión “Floris”, en 1969, protagonizada por Rutger Hauer. Su primer largometraje fue estrenado en 1971, Wat Zien Ik?, aunque no fue especialmente bien recibido.
Su primer éxito a nivel nacional llegaría en 1973 con Turks Fruit cuya traducción al castellano es Delicias turcas, protagonizada por Hauer y nominada al Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Empezó así a forjar su reputación y continuó con éxitos internacionales en menor escala, llegando a ganar el Globo de Oro con Soldaat van Oranje (1977).
Finalmente, en 1985, se trasladaría a Estados Unidos. El hecho de cruzar el Atlántico pudo también haber sido el resultado de su resentimiento hacia el sistema cinematográfico neerlandés. Su trabajo era visto allí como demasiado comercial y no había obtenido el reconocimiento que pensaba que merecía. Por tanto, al llegar a Estados Unidos supuso un drástico cambio de estilo, y empezó a dirigir los grandes éxitos antes citados con excepción de Showgirls. A partir de este traspiés, que nadie le perdonó, regresó a la violencia y a los efectos especiales que habían marcado sus anteriores películas, en cintas tales como Starship Troopers (1997) y El hombre sin sombra (Hollow Man, 2000), con Kevin Bacon en una nueva versión sobre el clásico de H.G. Wells.
Seis años después, Verhoeven vuelve a su Holanda natal para rodar La lista negra (Zwartboek / Black Book, 2006), historia sobre una mujer judía que se infiltra en las filas del nazismo para lograr la liberación de un grupo de combatientes que ha sido capturado.
Hace veinte años, en el país de los tulipanes rodar un film semejante hubiese sido imposible si no se contaba con subvención oficial. Hoy en día, los cambios en la Europa de los últimos años, hacen posible que una superproducción de este tipo como lo es La lista negra salga a la luz y tenga, además, una difusión internacional.
El guión fue coescrito por Verhoeven con el mítico colaborador de su etapa holandesa, Gerard Soeteman: “Por encima de todo, estaba encantado de tener la oportunidad de realizar un filme a partir de un guión que Gerard Soeteman y yo mismo estábamos trabajando de hacía veinte años. Durante mucho tiempo, no logramos que la historia funcionase. La idea básica era siempre la misma: Un grupo de judíos se veía traicionado y todos asesinados en el parque de Biesbosch; entonces, los principales personajes dan caza al traidor. Inicialmente, el papel protagonista era masculino. Y ello nos planteaba un problema: No se nos ocurría cómo hacer creíble la manera de infiltrarse en el alto mando alemán. Hace tres años, Gerard solucionó el rompecabezas: La protagonista tenía que ser una mujer. Entonces, todas las escenas que concebimos comenzaron a encajar súbitamente”.
Según el propio director se trata de un thriller inspirado en hechos reales, pues “todas las líneas argumentales tienen su base en acontecimientos verídicos. La mayoría de los personajes se basan en personas reales”, aclara.
También Verhoeven afirma que el “libro negro” existió realmente: “Sí, se refiere a la llamada ‘pequeña libreta negra’, absolutamente. Se ha escrito mucho acerca de ello. Gerard tuvo la primera noticia de la misma en el libro ‘Moordenaarswerk’, de Hans van Straten, que se publicó en la década de los 60. Inmediatamente pensó que sería un arranque excelente para un guión. La ‘pequeña libreta negra’ era la agenda del Sr. De Boer, un abogado de La Haya que acabó con un disparo en la calle Goudenregen al acabar la guerra. Nunca se encontró a los asesinos. Durante la contienda, De Boer hacía de intermediario entre el alto mando alemán de La Haya y la Resistencia con el objetivo de impedir el derramamiento de sangre innecesario. La Resistencia asesinaba gente, y los alemanes procedían a la correspondiente venganza fusilando a rehenes en la calle. Cuando tenía seis años, se me obligaba a pasar ante esos cuerpos. La agenda negra de De Boer, que probablemente contenía nombres de traidores y colaboracionistas situados incluso en las más altas instancias, jamás se halló". (http://entrevistas.cine.hispavista.com/)
Finalmente Verhoeven aclara lo que significa La lista negra en su carrera: “Es el deseo de hacer algo distinto a lo que he hecho en los últimos 20 años. Mis últimos films en Hollywood me dejaron bastante triste y alienado. Cada vez es más complicado encontrar un buen guión. Se deja todo en manos de los efectos especiales y eso no está bien, al menos, para mí. Tal vez lo único que sucede es que me hago mayor y mis deseos ya no son para nada económicos. Sólo buscaba algo de lo que me pudiera sentir orgulloso”. (www.revistaman.es/Personajes_Man/)
Guion: Paul Verhoeven y Gerard Soeteman; basado en un argumento de Gerard Soeteman
Producción: San Fu Maltha, Jens Meurer, Teun Hilte, Jos van der Linden, Frans van Gestel y Jeroen Beker
Fotografía: Karl Walter Lindenlaub
Montaje: Job ter Burg y James Herbert
Música: Anne Dudley
Director de Arte: Wilbert van Dorp
Intérpretes: : Carice van Houten (Rachel Steinn/Ellis de Vries), Sebastian Koch (Ludwig Müntze), Thom Hoffman (Hans Akkermans), Halina Reijn (Ronnie), Christian Berkel (general Käutner), Waldemar Kobus (Günther Franken), Derek de Lint (Gerben Kuipers), Michiel Huisman
Distribución: Cinematográfica Blancica