Neïla Salah es una joven del extrarradio parisino que sueña con ser abogada. Se ha matriculado en la facultad de Derecho más importante de París, pero el primer día de clase tiene un enfrentamiento con Pierre Mazard, un profesor algo conflictivo. Para redimirse, el profesor propone a Neïla ayudarla a preparar una importante prueba a nivel nacional. Aunque cínico y exigente, Pierre sería la ayuda ideal que Neïla está necesitando pero para ello tendrán que empezar los dos por superar algunos prejuicios.
REFERENCIA
Contrario a sus otros films, en su quinto largometraje, Una razón brillante (Le brio, 2017), el actor y realizador francés Yvan Attal (Tel Aviv, 1965) no actúa, siendo que, al recibir el guion, le habían propuesto interpretar el personaje de Daniel Auteuil, pero solo aceptó dirigirlo.
La película se sumerge no solo en el mundo de las aulas sino en los temas los prejuicios raciales, la inmigración, la voluntad de alcanzar los sueños y el uso de las palabras para resolver las diferencias.
El cineasta cuenta cómo surgió la idea de dirigir el proyecto: “Me ofrecieron el guion. Es una comedia que sigue a una joven que rapea, juega al fútbol y acaba en la Facultad de Derecho Assas. Me sentí muy atraído por el tema de una joven que rechaza ajustarse a lo establecido para salir adelante. La película se fue convirtiendo para mí en algo cada vez más alejado de la comedia”.
Para el director, se trata de una “tragicomedia que hace reír, especialmente gracias a los diálogos, pero que también te conmueve y te plantea una serie de preguntas... (….). Diría que Una razón brillante es una película simultáneamente política y social al mismo tiempo que alegre e ingeniosa, basada en un personaje, una mujer francesa de descendencia argelina, que es víctima de los prejuicios de la actualidad, pero que también es víctima de sí misma y de su séquito... Me siento muy conectado a esta historia. De hecho, de alguna manera muestra mi propio recorrido. Crecí en Créteil, donde el teatro me dio la oportunidad de abrirme al mundo a través del trabajo duro. Está la idea subyacente de que tenemos que pensar por nosotros mismos, lo cual nos obliga a cuestionarnos nuestros principios. Estos son los principales conflictos: la maleta que cargamos desde nuestro nacimiento, cómo utilizamos las oportunidades que se nos presentan para crecer, aceptando que otros contribuyan a nuestra formación. (www.lahiguera.net).
En la cinta se ve cómo los personajes pueden llegar a un entendimiento a través del uso de la palabra, contrario a muchas películas en que este elemento sirve más bien como separador: “En efecto, en la película vemos las dificultades que puede originar la cuestión del lenguaje”, afirma Yvan Attal. ”La palabra es un instrumento muy complicado de manejar, pero es capaz de ser un arma muy dañina al mismo tiempo. Estamos aquí hablando, tú en español y yo en francés, y somos capaces de entendernos. Sin duda, el lenguaje es un vehículo de emociones, y sin él estamos perdidos en el mundo, como si fuéramos animales. Nos enriquece y, como sucede en la película, hace que personas muy distintas sean capaces de ir el uno hacia el otro. Quería reivindicar esas cuestiones”. (www.sensacine.com).
Premio
- Premios César: Mejor actriz revelación (Camélia Jordana); 3 nominaciones, incluyendo Mejor película
Guion: Victor Saint Macary, Yaël Langmann, Yvan Attla, Noé Debré.
Producción: Benjamin Elalouf, Dimitri Rassam, Jérôme Seydoux - Chapter 2 / France 2 Cinema / Moonshaker / Nexus Factory / Pathé Productions Ltd / Umedia.
Fotografía: Rémy Chevrin.
Montaje: Célia Lafitedupont.
Música: Michael Brook.
Director de Arte: Michèle Abbé-Vannier.
Intérpretes: Daniel Auteuil, Camélia Jordana, Jacques Brel, Serge Gainsbourg, Romain Gary, Yvonne Gradelet, Yasin Houicha, Nozha Khouadra, Jean-Baptiste Lafarge, Louise Loeb, Claude Lévi-Strauss, François Mitterrand, Yves Mourousi, Nicolas Vaude.
Distribución: Embajada de Francia