Un respetado abogado que, creyendo que podrá manejar la situación, decide probar suerte como narcotraficante. Pronto se percatará de que su elección no ha sido precisamente la más afortunada.
REFERENCIA
Apodado en una ocasión el "Shakespeare del Oeste", los personajes de Cormac McCarthy han cautivado la imaginación de millones de lectores. Aunque varias de sus novelas –incluidas “No Country for Old Men”, “The Road” y “All the Pretty Horses”– han sido llevadas al cine, McCarthy asombró a todos cuando entregó el guión cinematográfico de El abogado del crimen (The Counselor).
McCarthy vendió el guión a los productores Nick Wechsler, Steve Schwartz y Paula Mae Schwartz, el trío responsable de la adaptación de The Road (2009). Poco después, Ridley Scott leyó el guión y quiso transformarlo en su siguiente película.
Scott comenzó a reunir a su equipo de colaboradores habituales, incluidos el director de fotografía Dariusz Wolski; el diseñador de producción Arthur Max, ganador del premio BAFTA (Prometheus, Gladiador); y la diseñadora de vestuario ganadora del Oscar®, Janty Yates (Prometheus, Gladiador). El montador Pietro Scalia, A.C.E. (Prometheus), dos veces ganador del Oscar, se une a Scott por séptima vez. Mark Huffam (Prometheus) y Michael Costigan (Robin Hood, Red de mentiras) son los productores ejecutivos de la película, junto con McCarthy y Michael Schaefer, presidente de la productora Scott Free.
Todo empezó tomando una taza de café por la mañana. Cormac McCarthy estaba en medio de la escritura de dos novelas cuando se levantó un buen día y decidió que necesitaba un descanso. Pero no pensaba en unas vacaciones; a decir verdad, tenía en mente todo lo contrario. Decidió escribir un guión cinematográfico.
Al finalizar el primer borrador del guión, se lo envió a los productores Nick Wechsler, Steve Schwartz y Paula Mae Schwartz, que habían producido la película The Road, basada en la aclamada novela de McCarthy.
Después de que los productores se enterasen de que el legendario realizador Ridley Scott estaba interesado en el material, organizaron una reunión entre Scott y el autor/guionista. McCarthy recuerda: "Conversamos sobre el guión y nos dimos la mano. Un día uno está en casa tomando café y pocos meses después se encuentra en España [donde se rodó gran parte de la película] con más de 200 personas entre equipo técnico y actores".
La reunión entre los dos artistas casi parecía obra del destino. Hacía mucho que Scott admiraba la obra de McCarthy –había leído “Blood Meridian or the Evening Rendez in the West”, "All the PrettyHorses”, “No Country for Old Men” y “The Road”– y llama al autor "el Gran Novelista Americano". Scott reaccionó de forma semejante ante el guión de McCarthy para El abogado del crimen. "Se lee como un excepcional relato breve o novela corta; es un emotivo viaje por una montaña rusa", afirma Scott. "El guión tenía situaciones y personajes que eran épicos, además de una cierta inevitabilidad de que algo horroroso iba a ocurrirles a los personajes, sin que pudieran hacer nada para impedirlo".
Confundido con el derrotero que lleva al personaje que da título al guión hacia un inexorable desastre, se halla el humor negro tan propio de Cormac McCarthy. "Creo que en todo hay humor", dice Scott. "Los personajes son mercancías averiadas; resultan atractivos pero todos ellos se han escabullido y han caído en picado en sus respectivas profesiones", lo que lleva a momentos de humor inesperados.
Guion: Cormac McCarthy
Producción: Paula Mae Schwartz, Steve Schwartz, Ridley Scott, Nick Wechsler
Fotografía: Dariusz Wolski
Montaje: Pietro Scalia
Música: Daniel Pemberton
Intérpretes: Michael Fassbender (Consejero), Penélope Cruz (Laura), Cameron Díaz (Marina), Javier Bardem (Reiner), Brad Pitt (Westray), Rosie Pérez (Ruth), Edgar Ramírez (Sacerdote). Bruno Ganz, Rubén Blades
Distribución: Cines Unidos