DIRECTOR
SINOPSISAlexander Payne
Matt King, casado y padre de dos niñas, se ve obligado a reconsiderar su pasado y a encauzar su futuro cuando su mujer sufre un terrible accidente de barco en Waikiki. Matt intenta torpemente recomponer la relación con sus hijas –la precoz Scottie, de 10 años, y la rebelde Alexandra, de 17–, al mismo tiempo que se enfrenta a la difícil decisión de vender las tierras de la familia.
Ganadora del Oscar: Mejor Adaptación.
REFERENCIA
Matt King, interpretado por George Clooney en Los Descendientes (The Descendants, 2011), responde al tipo de personaje característico de anteriores películas de Alexander Payne, un individuo imperfecto que busca su lugar en un mundo enloquecido, con sus agridulces emociones y sorpresas; no es ni un héroe ni tampoco un antihéroe. Al igual que el envidioso profesor interpretado por Matthew Broderick en Election (1999), el amargado jubilado que interpreta Jack Nicholson en Las confesiones del Sr. Schmidt (About Schmidt, 2002) y el confuso madurito que recorre el país catando vinos, interpretado por Paul Giamatti en Entre copas (Sideways, 2004), King no es el hombre que querría ser. Sus revoltosas hijas no confían en él, su aventurera mujer le ha sido infiel y sus arruinados primos le consideran a él y al fideicomiso que controla como a una hucha de cerdito. Por si fuera poco, King está rodeado de un exuberante, fértil e impresionante paisaje que contradice el desconcierto que siente por dentro. Sin embargo, todo esto conduce a Matt a un despertar tumultuoso, que puede parecer torpe, cómico y, a veces, absurdo, pero que, no obstante, cambia su noción del amor, de la paternidad y de lo que realmente significa ser un hombre.
A Alexander Payne siempre le han atraído estas peculiares situaciones de la vida cotidiana que pueden resultar cómicas, devastadoras y reveladoras, todo al mismo tiempo. Cuando Payne leyó la primera y alabada novela escrita por Kaui Hart Hemming, “The Descendants”, se sintió inmediatamente fascinado por sus fuertes contrastes. Se trataba del retrato de un hombre que se enfrenta a una de las peores noticias posibles, a las personas más complicadas y a las decisiones más difíciles de su vida.
"La novela me atrajo porque es una historia muy emotiva que se desarrolla en un escenario exótico", dice Payne. "Es un relato que podría ocurrir probablemente en cualquier otro sitio, pero lo que me impresionó del libro fue el ambiente, absolutamente excepcional, de los terratenientes y la alta sociedad de Hawaii. Es algo muy específico de este lugar, aunque también es universal".
"A nivel de realización, me resultaba muy interesante porque nunca he visto Honolulú en una película. Solemos ver Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Miami y Seattle, pero esta es una zona que nunca vemos en el cine. Hay toda una estructura social característica de la vida en Hawaii, y eso me producía mucha curiosidad. Me gustan las películas con un sentido de pertenencia al lugar donde se desarrollan. Mi primera película la hice en Omaha, después realicé otra en Santa Bárbara y ahora he terminado haciendo esta en Hawaii.
A Hemmings le resultó fácil introducir la cultura hawaiana en su historia sobre un desconcertado hombre que busca a trompicones su redención, ya que ella misma se crió en el seno de una familia hawaiana poco convencional, siendo la hijastra del muy conocido campeón de surf y político local Fred Hemmings, Jr. En sus primeros relatos cortos, Hemmings ya empezó a incluir temas relativos a la familia, la tierra, la historia y la herencia. “The Descendants” era originalmente un relato corto (publicado bajo el título "The Minor Wars") que Hemmings empezó a escribir utilizando a la hija pequeña, Scottie, como voz narradora, pero posteriormente decidió dar un giro audaz para una escritora joven: contar la historia desde la perspectiva de Matt King, desde un punto de vista adulto y masculino.
La asunción de tal riesgo lo cambió todo. La historia, y por tanto la novela, ya no trataban sobre un clan de seres acérrimamente individualistas que sólo van a lo suyo, sino sobre un padre que aprende a buscar el apoyo en su familia.
"En cuanto opté por el punto de vista de Matt, la historia encontró su propio ritmo", recuerda Hemmings. "Para él había mucho más en juego".
Precisamente todo eso que estaba en juego dio al título de la novela un doble significado, aludiendo no sólo al cómico descenso anímico de King, sino también a su descubrimiento de lo que implica realmente ser un descendiente de ancestros hawaianos y lo que sus propias descendientes significan para él. Hemmings creó a Matt con el fin de reflejar una diferenciada subclase social dentro de la población hawaiana, una generación cuyo origen se remonta a los matrimonios entre misioneros y terratenientes blancos con nativas de la realeza hawaiana, y que recuperaron sus propiedades tras el expolio sufrido en la época en que Hawaii era una colonia. Tal y como Matt señala, su tatarabuela fue la princesa Margaret Ke’alohilani, una de las últimas descendientes directas del rey Kamehameha, que se enamoró de su banquero haole (término utilizado por los hawaianos para referirse a los blancos o extranjeros), Edward King, que en el presente de Matt perdura en la memoria como un abogado de Honolulú con profundas e intrincadas raíces en las islas. Como muchos hawaianos, Matt es un hapa-haole, es decir, medio blanco, que nunca ha llegado a aceptar del todo su identidad cultural.
Esto proporcionó otra lectura a la novela de Hemmings, porque entre las preocupaciones de Matt no sólo está el hecho de lo que su mujer ha hecho a sus espaldas o cómo va a educar a sus hijas, sino también qué pensarían de su vida sus antepasados hawaianos, o sus propios descendientes. El libro, publicado en 2009, fue un inmediato éxito de crítica, con elogios del New Yorker.
Cuando Hemmings supo que Alexander Payne estaba interesado en adaptar su libro, casi no podía creérselo, pues para ella se trata de uno de sus directores favoritos.
Tras hablar sobre la adaptación del libro de Kaui Hemmings con numerosos guionistas, los productores de Ad Hominem eligieron al equipo creativo compuesto por Nat Faxon y Jim Rash. Espléndidos actores, aún miembros de la compañía Groundling Theater, Faxon y Rash habían sido los autores de un guion muy ponderado, Camino a la libertad (The Way Back, 2010), dirigido por el australiano Peter Weir, que daba idea de su capacidad para gestionar los cambios de tono, entre el humor y el patetismo, que requería Los descendientes.
Todo el que leyó su exquisita adaptación quedó absolutamente fascinado. Pero cuando Payne decidió dirigir la película él mismo, concluyó que la mejor manera de establecer una conexión personal con el material era hacer su propia adaptación del libro.
En su visión, Payne situó el enfoque narrativo en el equilibrio entre dos historias: por un lado, el viaje hasta Kauai de la familia King a la caza del inesperado amante de Elizabeth King; y, por otro, la constante peregrinación de diversos amigos y familiares hasta la cama donde reposa Elizabeth, que la convierten, en su silencioso estado de coma, en una especie de gran confesora, revelándole secretos y emociones contenidas que de otra forma no habrían salido a la luz.
Desde el principio, Payne y el equipo de producción creyeron que era esencial aventurarse más allá de las trilladas rutas turísticas y llegar a conocer a fondo el auténtico Hawaii que sólo suele conocer la población local. Al hacerlo así, desarrollaron una mayor comprensión, más matizada, de lo que el término "descendientes" significa en una isla donde los antepasados siempre han constituido un importante eslabón en la cadena de su historia vital. Esto sirvió para poner el foco en cómo Matt King se da cuenta de la progresiva desconexión de sus sentimientos respecto a la tierra que posee; así como en relación a su pasado y su futuro.
Payne confió también en que Hemmings, intuitivamente, le sirviera de guía por la fascinante mezcla de culturas americana y hawaiana que impregnan la vida de la isla, desde su política hasta sus tradiciones y formas de relacionarse.
FUNCIONES:
GALERíA DE FOTOS:
FICHA TÉCNICA:
Guion: Alexander Payne, Nat Faxon y Jim Rash; basado en la novela de Kaui Hart Hemmings
Producción: Jim Burke, Alexander Payne y Jim Taylor
Fotografía: Phedon Papamichael
Montaje: Kevin Tent
Director de Arte: Jane Ann Stewart
Intérpretes: George Clooney (Matt King), Judy Greer (Julie Speer), Matthew Lillard (Brian), Beau Bridges (Primo Hugh), Shailene Woodley (Alexandra), Robert Forster (Scott), Nick Krause (Sid)
Distribución: Cines Unidos
Guion: Alexander Payne, Nat Faxon y Jim Rash; basado en la novela de Kaui Hart Hemmings
Producción: Jim Burke, Alexander Payne y Jim Taylor
Fotografía: Phedon Papamichael
Montaje: Kevin Tent
Director de Arte: Jane Ann Stewart
Intérpretes: George Clooney (Matt King), Judy Greer (Julie Speer), Matthew Lillard (Brian), Beau Bridges (Primo Hugh), Shailene Woodley (Alexandra), Robert Forster (Scott), Nick Krause (Sid)
Distribución: Cines Unidos