DIRECTOR

Caupolicán Ovalles

Bogotá, 1840. Diez años después del asesinato del General Antonio José de Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho, en la selva de Berruecos, se reabre el proceso sobre su muerte. El Mayor Alejandro Godoy se encarga como fiscal del juicio y en sus investigaciones descubre que gran parte del expediente del proceso ha sido destruido. Con peligro de su propia vida, Godoy está dispuesto a descubrir la verdad sobre el asesinato. DISPONIBLE EN LA PLATAFORMA PELÍCULAS DE IMPACTO 

El cineasta venezolano Caupolicán Ovalles (Caracas, 1960) dirige su segundo largometraje, Muerte en Berruecos (2018), tras su debut con Memorias de un soldado (2012), un drama histórico ambientado en la guerra de la independencia venezolana. En esta ocasión, el realizador vuelve a narrar un capítulo de la historia nacional enfocándose en el asesinato del General Antonio José de Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho, uno de los hombres más cercanos a Simón Bolívar, ocurrido el 4 de junio de 1830 en las montañas de Berruecos, Nueva Granada, actual Colombia. 

Cuenta el director que a pesar de que su familia no es originaria de Venezuela -llegó hace 400 años proveniente de España-, sus bisabuelos sembraron en él un gran interés por la historia nacional que más tarde se mezcló con su pasión por el género policial, que desarrolló a sus anchas como escritor y director de la serie “Archivo Criminal”, de RCTV. 

Esas dos motivaciones hicieron que el cineasta viera en la reapertura del caso del asesinato de Antonio José de Sucre, la historia ideal para rodar su segunda película Muerte en Berruecos, cuyo guion coescribió junto a Édgar Narváez. 

"El caso de Sucre es el primer magnicidio que se da en Hispanoamérica, fue controversial y contradictorio, siempre estuvo lleno de dudas y acusaciones de bando y bando y grandes personalidades se beneficiaron con ese asesinato y eso nos dio la idea de trabajar sobre el abuso del poder y por allí nos fuimos hacia el thriller", dice.  

La acción se inicia en la Bogotá de 1940, 10 años después de aquel 4 de junio de 1830 cuando un complot extinguió aql que debía ser el sucesor natural de El Libertador, Simón Bolívar.  

"Édgar Narváez y yo nos basamos en hechos reales y los adaptamos cinematográficamente, bajo el género policial para escribir el guion. Y nos tomamos todas las libertades del mundo. Muerte en Berruecos no es un documental histórico. Durante cinco años investigamos todo el proceso, leímos biografías de Sucre y las hilvanamos en 90 minutos para que tuviera una narrativa interesante", agrega Ovalles. 

Gran angular 

"Nuestra historia no es lineal, la contamos a partir de diferentes puntos de vista, de los testimonios de los involucrados, y varía dependiendo de quien los cuente", comenta Ovalles. 

El director sostiene que es "un filme histórico enmarcado dentro del género policial que se limita a presentar las estructuras de poder para que el espectador saque sus propias conclusiones".

Rodaje

Siendo una coproducción entre Ecuador, Panamá y Venezuela, los exteriores de Muerte en Berruecos fueron filmados en el casco histórico de Ciudad de Panamá y Quito, mientras que los interiores fueron grabados en Caracas, bajo la dirección artística del recientemente desaparecido Diego Rísquez.  

(Fuente: www.eluniversal.com) 

Premios

- Festival de Guayaquil: Selección a concurso

- Premios ACACV: 4 premios (Mejor dirección de arte, mezcla de sonido, vestuario y maquillaje); 13 nominaciones

Redes

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