***.- Sergio Corrieri (La Habana, 1939-2008) El destacado actor y dirigente cubano, Sergio Corrieri, protagonista del clásico Memorias del subdesarrollo (1968), falleció el viernes 29 de febrero en La Habana a los 68 años, informó la televisión local, sin precisar las causas de su deceso. "El Ministerio de Cultura informa con gran pesar que en la tarde de hoy falleció el destacado actor cubano, Sergio Corrieri (...), quien se desempeñaba (desde 1990) como presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP)", señaló una locutora de la televisión local. Miembro del Comité Central del gobernante Partido Comunista y diputado al Parlamento, Corrieri también presidió hasta hace unas semanas la comisión organizadora del VII Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), a la que renunció por problemas de salud. Obtuvo el Premio Nacional de Teatro en 2006 y protagonizó una docena de películas, entre ellas Memorias del subdesarrollo, del emblemático cineasta Tomas Gutiérrez Alea (Titón) y considerado un clásico de la cinematografía cubana y de Latinoamérica. También actuó en El hombre de Maisinicú (1973), así como en el serial "En silencio ha tenido que ser", uno de los más exitosos en toda la historia de la televisión local y con el que ganó gran popularidad y reconocimiento dentro y fuera de la isla. ***.- Octavio Cortázar (La Habana, 1935 – Madrid, 2008) Octavio Cortázar, uno de los integrantes de la generación de documentalistas que hicieron la crónica fílmica de la revolución cubana, murió el jueves 28 de febrero de un infarto en Madrid, a los 72 años. Después del triunfo de la revolución de 1959, Cortázar se unió al naciente Instituto Cubano de Artes e Industria Cinematográficos (ICAIC) y estudió dirección en Praga. A su regreso, fue uno de los directores del Noticiero ICAIC, la popular reseña fílmica de la actualidad cubana entre los años 60 y 80, por la que pasaron figuras como Santiago Álvarez y Tomás Gutiérrez Alea. Quizá su trabajo de mayor impacto fue el corto Por primera vez (1967), en el que contó la llegada del cine a una población serrana de la isla; y se le considera un clásico del cine cubano. También en la ficción, Cortázar retrató la épica revolucionaria, como en El brigadista (1977) y Guardafronteras (1980), dos cintas muy populares y premiadas, mientras que en la documentalística trabajó igualmente el costumbrismo, como en Acerca de un personaje que unos llaman San Lázaro y otros llaman Babalú (1968). Cortázar había retratado a los cubanos “con esa agudeza y sensibilidad que distinguieron a cada una de las propuestas que emprendía”, dijo el diario Juventud Rebelde. “No importó que cuando se estrenara Por primera vez algunos pensaran que era una película imperfecta. Lo cierto es que se convirtió en un clásico al dejar registrados en celuloide, magistralmente, aquellos rostros excitados por el hallazgo de la magia del cine”, agregó. Cortázar fue fundador de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, profesor en el Instituto Superior de Arte y director de la productora de documentales de la Unión de Escritores y Artistas. En Madrid mantenía un espacio semanal en la televisión dedicado a la transmisión y comentario de documentales. Su más reciente obra documental, El onceno maestro, fue presentada este año en la capital cubana, y constituye un encuentro con sus raíces vascas en un viaje a Otxandio, en Vizcaya, donde encuentra el caserío de donde partieron sus antepasados, Kortazarrenea. En tierra cubana, el abuelo del realizador fundó una familia de maestros, hasta 11, como señala el título de la obra.