El Circuito Gran Cine (CGC) cumple 20 años y para celebrarlo ofrece, hasta el 3 de septiembre, un ciclo con las 60 joyas cinematográficas -de los últimos 10 años-, seleccionadas entre más de 120 cintas que componen la filmografía distribuida por la asociación civil privada, en estas dos décadas. “Se proyectarán en la sala Celarg 3, de Altamira, que cuenta con 60 butacas, inaugurada hace 10 años”, explica Bernardo Rotundo, presidente del CGC.

La muestra agrupa a 26 países y 61 directores de cine, con filmes latinoamericanos, europeos y nórdicos. “Esto contextualiza nuestro esfuerzo para lograr una mayor diversidad cultural de las pantallas y que podamos ver obras de todas partes del mundo, no solo de Hollywood, pues creemos que éste debe complementarse para que el público elija libremente”.

Su filosofía: incentivar y contribuir a elevar los niveles de apreciación cinematográfica. “95 por ciento de las pantallas concentra películas de Hollywood. El otro cinco por ciento es para películas venezolanas y lo que denominamos nosotros buen cine. Tiene que haber un equilibrio en el ecosistema audiovisual venezolano y Gran Cine lo viene diciendo desde hace 20 años, con intención de propiciar diversidad cultural y democratizar las pantallas”, explica el presidente de la institución.

Para avanzar en el aniversario, al ciclo titulado Para el amante del buen cine, se suma también una muestra latinoamericana prevista para el 2 de septiembre. “Ya tenemos 15 películas confirmadas y se está tramitando el alquiler de 11 títulos más, para los que se está solicitando apoyo económico. Queremos dar a conocer la excelente producción que se desarrolla en América Latina con una selección llamativa y exitosa que atraiga al espectador, nunca imponernos”.

Días antes y con intención de dar proyección al cine nacional, el Circuito se plegará al estreno de la cinta Vivir de imaginar, de Carlos Bolívar Díaz, que será hoy. “Una bella película nacida de la unión de dos mediometrajes documentales sobre el escultor Alejandro Colina, autor de la famosa escultura de María Lionza; y el pionero de la radio y la televisión venezolanos, Alfredo Cortina, cuyas vidas y obras son testimonio del tránsito de la Venezuela rural a la Venezuela petrolera. La locución es de César Miguel Rondón y estará en ocho salas en Caracas, Maracay, Valencia, Barquisimeto y Maracaibo”.

A todo esto se sumará también el Festival de Cine Español en octubre y en diciembre, con presencia de Juan Arango, el estreno de Arangol. “Hermosa película que habla de la vida futbolística del deportista que redimensiona su rol como figura del fútbol en Venezuela y el mundo. Contextualizada con las escuelas de fútbol que ha creado”.

Como valor añadido el Circuito lanzará en su Facebook oficial una galería que recopila los afiches de las películas y festivales que han sido distribuidas y organizadas por Gran Cine. “La gente podrá pasearse por las épocas y comparar los trabajos gráficos que hemos hecho”.

Se anuncia, además, una semana de preestreno de filmes nacionales e internacionales. “Mantendremos vivo el empeño de promover la cultura cinematográfica e intentar que exista mayor acceso al cine mundial”. 

Crecidos en el tiempo

Aunque se celebran dos décadas, el nacimiento del Circuito ocurrió mucho tiempo antes, con el nacimiento de la Federación Venezolana de Cineclubes. “La primera película que distribuimos en la Margot Benacerraf fue La última tentación de Cristo, que alimentó aquella idea de distribuir películas en Venezuela. En ese sentido si contamos las películas que traemos gracias a los intercambios culturales, embajadas y cuerpos diplomáticos, hablamos de un aproximado de 1.600 cintas. En el Festival de Cine Francés hemos hecho, por ejemplo, 20 ediciones, cada una con 15 títulos; se suman el español y el latinoamericano, los cuales suman un promedio de 80 títulos anuales”.

Enfocados en la promoción y divulgación, se han vinculado con los centros culturales de las principales ciudades de Venezuela. “No queremos quedarnos nada más en las pantallas de los cines comerciales, que respetamos mucho, sino que queremos llegar a esos espacios que ofrecen cine gratuito”, al tiempo que potencian el Cine Móvil, cuyas cuatro unidades rodantes se preparan para ofrecer un Festival de Cine Infantil con la proyección de Inten samente de Disney.

“Empezamos con una en 2006 y ya tenemos cuatro que van con sillas, proyectores, pantallas inflables y cuatro cornetas, lo que nos ha permitido sustentar nuestras actividades por ingresos propios porque no tenemos subsidio del sector público ni privado. Todo se genera gracias a nuestras actividades y eventos. Nos interesa que todos los venezolanos puedan ver buen cine”.

Pero el cine, o la manera de verse, es otra de las aristas que, de cara a los nuevos tiempos, toma en cuenta el CGC. “Se siguen diversificando las ventanas de presentación. Los jóvenes ven contenido cinematográfico en otros formatos más digitales, pero todo va a coexistir. De hecho las tecnologías apuntan hacia allá y ya es muy fácil descargar contenidos y verlos en casa”, explica Rotundo y continúa. “Nos gustaría avanzar hacia la programación de video por demanda, una nueva ventaja que viene fortaleciéndose en el mundo, pero eso requiere un trabajo de consultoría y costos para montar una plataforma en la que deberás liquidarle un porcentaje a los productores. Quien lo haga tiene garantizado el crecimiento funcional y orgánico. Nosotros lo tenemos en cuenta”.

Mientras tanto seguirán impulsando una política de desarrollo social en comunidades con talleres de apreciación y producción cinematográfica para “enseñar a las comunidades que produzcan sus propios contenidos visuales, promovidos desde el Cine Móvil y las redes sociales, con el apoyo de empresas internacionales como Repsol”.