El miércoles 12 de mayo comenzó el Festival de Cine de Cannes con la proyección del film La mala educación de Pedro Almodóvar. Antes del mediodía, el cineasta manchego ofreció una rueda de prensa junto a los actores del film (Gael García Bernal, Javier Cámara, entre otros) donde habló ampliamente de su película. Almodóvar comentó que tres temas le interesaron desarrollar en esta película: los sacerdotes, la educación religiosa y el amor por lo prohibido. Algo incómodo en la rueda de prensa, imaginamos que debido a los múltiples incidentes ocurridos en torno al cineasta y su película en los últimos tiempos.
Un periodista español le preguntó si había oído algún comentario luego de las proyecciones a la prensa que se hicieron en la mañana, o en torno al silencio que reinó en las salas durante su proyección. A esto Almodóvar respondió que existían dos clases de silencio: el aburrimiento y la mudez absoluta por un film altamente perturbador.
La noche dio paso a la ceremonia de inauguración con la proyección de La mala educación , un film negro que reitera la absoluta sofisticación del cineasta de Hable con ella pero que deja a un lado continuamente la riqueza de los afectos íntimos que han estado en los más recientes films de Almodóvar. Un film prescindible del cineasta manchego.
Contrariamente, el film Le conseguenze dell amore del italiano Paolo Sorrentino, abrió la competición oficial en Cannes con una propuesta de alto impacto y una sensibilidad que el público agradeció enormemente. El film narra la historia de un hombre solitario que, apartado de su familia y refugiado en misteriosos negocios, decide arriesgarse a cambiar su vida. Film sorprendente que de seguro se tendrá en cuenta para el premio a la mejor interpretación masculina ( Toni Servillo) y la dirección. Por su parte, fuera de competición, Jonathan Nossiter presentó su documental Mondovino , que gira en torno a los hermanos Mondovi, «ilustres» comerciantes en el mundo del vino, el cual fue apreciado ampliamente por la crítica y el público.
Emir Kusturica presentó La vida es un milagro , film con el que el cineasta se repite enormemente. Una extraordinaria sorpresa resulto ser Old Boy de Park Chan-wook, film coreano de inigualable factura en el Festival que narra la historia de una venganza. Extraordinaria fotografía y puesta en escena.
En el espacio Un certain regard se presentó el film Non Ti Muovere de Sergio Castellitto, protagonizado por Penélope Cruz en la mejor interpretación de su carrera. Un film bien dirigido y actuado por su propio realizador. La proyección del film contó con la presencia de los actores, así como también de Pedro Almodóvar.
Menor suerte logró la presencia argentina en la Selección Oficial. Lucrecia Martel presentó La niña santa, film muy esperado en La Croissette , que decepcionó y logró el último lugar de la crítica. Creemos que la realizadora sigue en la misma búsqueda que desarrolló en La Ciénaga , sin embargo, no logró la íntima observación de su ópera prima. Los 15 minutos finales justifican el film y logran volver a conectarnos con el cine de la realizadora argentina. Los comentarios del Festival apuntan a que la incorporación de La niña santa en el Festival se debió a una «atención» del Festival para Pedro Almodóvar, productor del film.
Con gran éxito, Michael Moore ( Bowling for Columbine ) presentó Fahrenheit 9/11 , un documental sobre la manipulación del gobierno norteamericano en los sucesos del 11 de septiembre de 2001. El público desbordó el Lumière y la crítica le otorgó los más altos puntajes.
A última hora la película de Won Kar Wai no llegó al Festival por lo que los organizadores se han visto en la necesidad de suspender funciones.