SINOPSIS
Mayo del 68. Una auténtica batalla se libra en las calles de París, envueltas en humo y sonido de sirenas, entre la policía y los grupos de manifestantes. El joven François, poeta e insumiso, y sus amigos participan activamente en las revueltas, convencidos de que la revolución es posible. Tras los disturbios, sus esperanzas de cambiar el sistema se van apagando y entran en una etapa de desencanto amortiguada por el opio.
REFERENCIA

Hijo del actor francés Maurice Garrel, Philippe Garrel (París, 1948), dirige su primera película a los 18 años, el cortometraje Les enfants désaccordés. A los diecinueve realiza su primer largometraje, Marie pour mémoire (1967), un filme de culto para toda una generación. A continuación llegaría una prolongada inmersión en la precariedad del "underground", época en la que brilla la particular habilidad del autor para hacer del soporte fílmico, de la propia materia de la película impresionada, un protagonista vívido, casi táctil. En ocasiones opta incluso por dejar sus películas mudas, totalmente insonorizadas, confiriendo a sus tentativas estéticas un patente sentido de retorno a la fuerza primigenia del cine.

En 1969, durante el rodaje de Le lit de la vierge, conoce a Nico, una cantautora, modelo y actriz que será su pareja sentimental durante 10 años y que participará en varias de sus películas.

También son los años de piezas tan emblemáticas como La cicatrice intérieure (1970-72), Les hautes solitudes (1974), Un ange passe (1975) o Le bleu des origines (1978), trabajos de una exquisita plasticidad pero también de un progresivo hermetismo que desembocará en un cierto "cul-de-sac" creativo.

En 1982, Garrel gana el Premio Jean Vigo por su película Le enfant secret (1979), y al año siguiente gana otro premio en Cannes por Liberté, la nuit. El director inicia un giro en su carrera que termina de perfilarse en 1988 con Les baisers de secours, largometraje que marca el arranque de su colaboración con el guionista Marc Cholodenko, una relación profesional todavía vigente. A partir de ese momento su cine se hace más accesible, pero no por ello cede a lo convencional. La interacción entre cine y vida sigue siendo intensa, de una sinceridad tan desarmante que la vacía de todo narcisismo. El cineasta desliza elementos autobiográficos por vía interpuesta, lo cual no impide que los personajes que los vehiculan posean una entidad fílmica propia. (Fuente: http://salonkritik.net: “Philippe Garrel: Cine en las venas” por Enrich Alberich).

Desde entonces, y a pesar del carácter minoritario y experimental de su obra, la trayectoria de Philippe Garrel ha gozado de un prestigio crítico creciente, tanto en festivales de cine (como los de Cannes o Venecia) como en publicaciones especializadas del estilo de Cahiers du Cinéma o Senses of Cinema.

En 2005 consiguió el premio FIPRESCI de la crítica en los Premios del Cine Europeo, gracias al largometraje Los amantes habituales (Les amants réguliers), una reflexión acerca del impacto de los hechos de Mayo del 68 sobre la juventud francesa de la época.

En sus películas, Garrel también hace habitualmente las labores de guionista, productor, montador y, en su primera etapa, director de fotografía. En la actualidad, además, ejerce de profesor en la FEMIS, la escuela superior francesa de imagen y sonido.

Rodado en blanco y negro y protagonizado por Louis Garrel (hijo de Philippe), Los amantes habituales comienza con una referencia a un film de Jean Eustache, el realizador explica esta elección: “Copié intencionalmente una escena de La mama et la putain en homenaje a Jean Eustache que era mi amigo y que se suicidó en 1981. Los dos éramos el resultado del cine de Truffaut y Godard y pienso que las películas deben hacer obra de testimonio y dejar un rastro no censurado. Por otra parte, Francia tiende a excluir el Mayo del 68 de la Historia. Pero Los amantes habituales se inscribe también en una raza, la de un cine que encuentra que L’Atalante de Jean Vigo es la película más bella del mundo”.

Espectador de la época que narra, el mayo del 68, Garrel confiesa haber puesto poco de sus propias vivencias en el film: “No mucho, al contrario de lo que se podría pensar. Por supuesto, viví esta persecución sobre los techos de París para escapar a la policía, esta guerra civil. Pero la película tiene más de una novela y se inspira sobre todo en la literatura y en particular de Stendhal con "El rojo y el negro" y "La cartuja de Parma". Ya que mi película se resume a cómo el amor nos hiere, luego nos salva antes de perdernos de nuevo”.

Uno de los personajes hace referencia a Antes de la revolución (Prima della rivoluzione, 1964), film de Bernardo Bertolucci, pero la obra de Garrel guarda relación directa con otra cinta del cineasta italiano, Soñadores (The Dreamers) de 2003, que trataba también el Mayo del 68 (de hecho el propio Louis Garrel fue uno de los “soñadores” en el film de Bertolucci): “No podía de ninguna manera hacerle la sombra ya que es una gran producción internacional y no puedo luchar contra Lo que le viento se llevó. Pero en el espíritu de las series B que son rodadas en los decorados de las series A, debo decir que tomé los trajes y los figurantes de Soñadores. Esta película de Bernardo Bertolucci es sin embargo muy importante ya que da una visión positiva de la revolución que dio la vuelta en las salas del mundo entero. Y es bastante raro, excepto para Viva Zapata de Elia Kazan”. (Declaraciones de Garrel tomadas de www.cineuropa.org).

Los amantes habituales ganó el León de Plata al mejor director y el premio a la mejor fotografía en el Festival de Venecia y en los Premios del Cine Europeo recibió el premio FIPRESCI.