DIRECTOR
SINOPSISDanny Boyle
Jamal Malik, un joven huérfano que vive en una barriada pobre de Bombay, decide presentarse a la versión india del concurso: "¿Quién quiere ser millonario?". Ante la sorpresa de todos, Jamal responde correctamente a todas y cada una de las preguntas. ¿Cómo es posible que un chico como él sea capaz de conocer todas las respuestas? Cuando Jamal está a punto de responder a la última pregunta, la que le hará ganar 20 millones de rupias, la policía lo detiene y se lo lleva para interrogarle. Jamal deberá explicar por qué conocía las respuestas, teniendo que recurrir para ello a relatar diferentes momentos de su vida, que además ayudarán a desvelar la verdadera razón de su participación en el concurso.
REFERENCIA
La génesis de Quisiera ser millonario (Slumdog Millionaire, 2008) tiene su inicio cuando la jefa de Cine y Arte Dramático del Channel 4, Tessa Ross, recibió una llamada de la ojeadora literaria de Film4, Kate Sinclair, quien le contó que acababa de leer el manuscrito de una historia extraordinaria. A pesar de que todavía no se había publicado, en cuanto Sinclair puso aquella historia en el punto de mira, Ross se la tomó inmediatamente como una opción con serias posibilidades de salir adelante.
En una cena para guionistas, organizada por la propia Ross, ésta pudo hablar con Simon Beaufoy, a quien ya conocía desde hacía tiempo porque habían trabajado juntos. Beaufoy inmediatamente se sumó a la idea de llevar al cine el hasta ahora proyecto de libro, pese a las dificulatades que presentaba para su adaptación. Una de ellas era que Beaufoy tenía la convicción de que la mayoría de espectadores occidentales no conocían el aspecto de India que explora la novela de Swarup.
La simple premisa de la novela de Swarup permitió a Beaufoy concentrarse en dos elementos clave a la hora de adaptar la historia a la gran pantalla. En primer lugar, el obvio cuento de hadas del pobre que se enriquece de la noche a la mañana, donde el héroe supera enormes obstáculos para alcanzar una conclusión positiva. En segundo lugar, el extraordinario trasfondo sobre el que transcurre la historia. No obstante, los contratiempos técnicos que surgieron no fueron pocos. Para un guionista, la adaptación de un libro a un guión cinematográfico requiere de un enfoque muy distinto a la producción de un texto original. El reto para Beaufoy fue conservar el alma de la novela trasladando a la vez los mismos personajes al celuloide.
El principal problema de convertir el libro en película fue que en realidad éste se componía de una serie de historias, de 12 relatos, y algunos de ellos no mantenían vínculo alguno entre ellos. No había ningún hilo conductor. No tomaba a un personaje y le seguía desde que nacía. Más bien carecía de articulación. Incluso algunas historias eran pequeños cuentos discretos que ni siquiera hacían referencia a los personajes principales.
Beaufoy tomó su propio camino a través de las narrativas para confeccionar una historia que llevaría al espectador de A a B. En la primera versión del guión ya tenía un nuevo título para el proyecto Slumdog Millionaire lo que convenció a los productores. El cuento de hadas que había vertido allí, como todo cuento de hadas, tenía momentos verdaderamente oscuros y atemorizantes.
Cuando el guión adquirió la forma lo suficientemente definitiva para hacerla llegar a un director, la primera elección del equipo de guionistas fue Danny Boyle. Beaufoy quedó impresionado por el respeto que mostró el realizador de Trainspotting hacia el guión, así como el enfoque que aportó sobre el material. A pesar de que muchos consideran al director de estilo inconfundible y particular, su actitud hacia cada una de las escenas era la de mantener los diálogos tal como estaban escritos.
De la misma forma, Boyle considera el guión de Beaufoy como una luz guía a través del proceso de realización de la película. En medio del rodaje, con todas las limitaciones de tiempo y condiciones desafiantes, Boyle explica que era coherente mantenerse todo lo fiel posible al trabajo de Beaufoy. “Simon vino a India para presenciar algunos ensayos y a partir de ahí efectuamos algunos ajustes. Pero la mayor parte del tiempo quisimos ajustarnos al guión al máximo”, comenta Boyle. “Me refiero a que las cosas evolucionan y cambian inevitablemente, pero el guión es como un túnel por el que pasas y, cuanto menos te desvíes, mejor. Lo haces tan intenso como puedes, y también todo lo complejo y excitante posible, pero también tienes que estar al servicio de la narrativa”.
“La llegada del equipo de la película a India no causó ningún impacto en los lugareños, aunque sí significó un choque cultural para los que hacíamos el filme, quienes todavía teníamos que experimentar la locura y la energía de Bombay. Nunca había estado en India”, explica Boyle. “Mi padre estuvo allí en la guerra y me había hablado infinitamente sobre sus vivencias, con lo que siempre había tenido ganas de ir. Creía que era un lugar extraordinario en cuanto a las situaciones extremas que allí se pueden experimentar. Pero, lo que es más importante, los retos que te encuentras cuando pisas aquella tierra van más allá de todo lo imaginable”, comenta el director.
El equipo de producción acordó adoptar una estrategia pre-rodaje que les permitió comenzar a filmar por la ciudad de Bombay antes de la fecha oficial de inicio. Mientras los distintos departamentos se preparaban para rodar, Boyle y su ejército de esqueletos comenzaron a rodar ensayos como verdaderas “tomas”, a fin de maximizar el tiempo de rodaje de que dispusieron en India.
Boyle también pensó que el protagonista, Dev Patel, se beneficiaría mucho de pasar un tiempo en Bombay antes de situarse ante las cámaras e invitó al joven actor a pasarse por varias localizaciones previas a su participación. Para Patel, la experiencia le ayudó a construirse un perfil de su personaje con más información de la que proporcionaba el guión. También le sirvió para refinar su acento.
El equipo rodó en el suburbio más extenso de India (Dharavi) y también en uno de los más vibrantes (Juhu), situado al lado del aeropuerto, al oeste de la ciudad y claramente visible por cualquiera que vaya en avión a Bombay. Se calcula que aquella área sola tiene alrededor de un millón de habitantes.
Quisiera ser millonario ganó 8 de los 10 premios Oscar a los que estaba postulada: Mejor película, director, guión adaptado, edición, fotografía, sonido, banda sonora y canción original. Ganó cuatro Globos de Oro: Película, director, guión y banda sonora, así como también 7 premios Bafta de la Academia británioca de cine y TV.
FUNCIONES:
GALERíA DE FOTOS:
FICHA TÉCNICA:
Guion: Simon Beaufoy; basado en la novela
Producción: Christian Colson
Fotografía: Anthony Dod Mantle
Montaje: Chris Dickens
Música: A.R. Rahman
Director de Arte: Mark Digby
Intérpretes: Dev Patel (Jamal Malik), Freida Pinto (Latika), Madhur Mittal (Salim), Anil Kapoor (Prem Kumar), Irrfan Khan (inspector de policía)
Distribución: Cines Unidos
Guion: Simon Beaufoy; basado en la novela
Producción: Christian Colson
Fotografía: Anthony Dod Mantle
Montaje: Chris Dickens
Música: A.R. Rahman
Director de Arte: Mark Digby
Intérpretes: Dev Patel (Jamal Malik), Freida Pinto (Latika), Madhur Mittal (Salim), Anil Kapoor (Prem Kumar), Irrfan Khan (inspector de policía)
Distribución: Cines Unidos