SINOPSIS
Maïté está casada con Vincent, quien acaba de ser condenado a siete años de prisión. El espacio íntimo de la pareja se reduce a una sala de visitas. Dos veces por semana, la joven cumple minuciosamente con el ritual de recoger, lavar, planchar y llevar la ropa a su marido preso. Pero un día, Maïté es abordada por Jean, un guardia del penal, con quien inicia una aventura sexual. Entre el deseo y la culpa, el placer y el deber, la joven se siente presa de un juego de tres, del cual ninguno conoce las reglas.
REFERENCIA

Ópera prima del cineasta Jean-Pascal Hattu, ganadora del premio a la interpretación femenina (Valérie Donzelli) y mejor guión en el Festival de Valencia.

La idea del film le vino a Hattu después de su encuentro con la mujer de un amigo que estaba en prisión. Fue allí donde se interesó en las relaciones que se establecían entre los reos y sus compañeras. En principio deseaba hacer un documental, pero desistió de esto al encontrarse con la oposición fuerte de las autoridades penitenciarias.

Valerie Donzelli nunca se había desenvuelto en un protagónico antes, y este detalle, mas el hecho de que ella misma se ofreciera para interpretar el papel de Maité, fueron los principales motivos por los que el director de 7 años la eligió como actriz principal. “Escribí la película y luego la conocí a ella. Me pareció perfecta para el papel, así que no seguí buscando”.

Y sin duda éste no será el único detalle sencillo de la producción y realización de la película. “Se hizo en tan sólo 24 días y con muy poco dinero”, cuenta Pascal Hattu que llevó a cabo el rodaje en una ciudad al sur de Francia.

No es la primera vez que el autor aborda el ambiente carcelario, pues realizó para la televisión un documental sobre una mujer que trabajaba como guardia penitenciaria. Sin embargo, es gracias a sus múltiples encuentros y experiencias que Jean-Pascal Hattu, asistido por el escritor Gilles Taurand, ha podido darle forma al personaje de Maité. Un personaje clave a partir del cual: "Se impone de inmediato una narración hecha a base de escenas cotidianas donde la repetición, la espera, la frustración, la falta de esperanza, son el lugar común. Por supuesto, la ficción está allí para desviar el aspecto documental de la historia. Y ésta se basa en la soledad de un hombre condenado a desear 'en el vacío' a una mujer inalcanzable. Es una especie de locura. Es tranquilizador decir, por ejemplo, que Vicent es un perverso, pero también puede pensarse que el sistema penitenciario pervierte cualquier deseo sexual. Esto es precisamente lo que quise filmar: a ambas almas abandonadas. Maité es libre, pero vive prisionera de su amor por Vicente. ¿Qué resulta de toda esta libertad? Una mujer fiel y sin imaginación que un buen día se deja tentar por le diablo".

Jean-Pascal Hattu ha tratado de mantener una cierta espontaneidad en la interacción de los actores: "En general, no quería que pensaran demasiado en las intenciones de sus personajes”, dice. ”Durante el rodaje, los tres intérpretes me preguntaban con frecuencia si en tal o cual escena, sus personajes estaban al tanto de lo que finalmente se había tramado. Yo evitaba responderles. Quería preservar ese vértigo donde cada uno miente sin darse cuenta jamás lo que el otro sabe”.