SINOPSIS
Marieta quiere dejar de llamarse Adolfo, que desaparezca ese nombre de su DNI. Llamarse como su padre y tener los mismos veinte centímetros entre las piernas, le produce repulsión. Marieta quiere llamarse Marieta y ser una mujer respetada y con todas las de la ley. Sufre de narcolepsia, la enfermedad del sueño, y siempre se queda dormida en el momento menos oportuno. Pero en sus ataques de sueño, que dan origen a los números musicales, Marieta canta maravillosamente y habla idiomas. Marieta vive con Tomás, un enano que siempre anda metido en líos. En el patio interior de la casa, asomados a las ventanas se dan cita los vecinos: Berta, su vecina de arriba que trabaja en un sex shop y a la que Marieta cuida de su hijo, Paulito; Don Emiliano, fraile octogenario o Pili, la Pelos, una prostituta con cara de niña y con más años que la vieja peluca que usa para trabajar. También son vecinas las hermanas Marianas, dos colombianas deformadas por las hormonas y la silicona y que al colgar su ropa dejan sin sol a las vecinas de abajo. Pero la peor de todas es la Candelaria, propietaria del edificio, llena de mala uva y la casa llena de gatos.
REFERENCIA

Ramón Salazar (Málaga, 1963) realiza Hongos su primer cortometraje en 1999. Luego se desempeña como actor en varias películas hasta rodar su primer largometraje, Piedras (2003), la cual se presenta en la Berlinale.

20 centímetros (2005) es su segundo largometraje, un musical con un drama protagonizado por un personaje que desea cambiar de sexo.

Salazar explica el origen de esta historia que recibió el premio de la Crítica en el Festival de Cine Español de Málaga: “Surge de una forma bastante simple, de dos objetivos diferentes. Uno es el deseo que Mónica Cervera y yo teníamos de realizar juntos un musical. A los dos nos encanta ese género, y hemos hablado largo y tendido acerca de diversos musicales, hemos cantado juntos... Era algo que teníamos como una idea, como un sueño a cumplir. Por otro lado, yo siempre había querido escribir un personaje transexual para Mónica, porque creo que tiene el físico y la falta de pudor para enfrentarse a un personaje de esas características. El proyecto que yo estaba preparando después de Piedras, mi primer largo, se vino abajo por problemas de financiación, y de forma muy espontánea surgió esta idea, primero como película muy pequeñita, en plan cinema verité, casi amateur, para grabar en vídeo, pero finalmente acabó convirtiéndose en algo más elaborado”. (www.cine.fanzinedigital.com)

Para el realizador, ante la posibilidad de que algunos espectadores se sientan atacados o incómodos: “La película trata sobre la personalidad. Y la necesidad de cada uno de conseguir sus sueños. No sé que puede haber en todo esto para crispar a nadie”.

Por un lado el film es un musical, es el mundo que se imagina Marieta; por otro, está lo que rodea a la protagonista y su drama personal: “La película juega con los contrastes de los dos mundos (el real y el subconsciente) que tiene Marieta. Esta es la clave para haber rodado de una forma la realidad y de otra los números musicales”.

Ante el estreno en España, no ha faltado la comparación del trabajo de Salazar con el de Almodóvar: “Sabiendo que en esta película íbamos a tratar un tema como el de la transexualidad, hemos huido de una estética parecida a la almodovariana. Nuestros referentes han sido más del musical clásico. Me gusta mucho toda la primera etapa de Almodóvar. Le conocí personalmente en el estreno de mi primera película y tuve la oportunidad de compartir con él impresiones sobre Piedras”. (www.elmundo.es/encuentros)