Los Restrepo Guzmán es una típica familia colombiana conformada por Álvaro Rodríguez, el señor de la casa; Rosalía Restrepo, la reina del hogar, y sus dos hijos, Virginia y Wilson. La tragedia comienza cuando Rosalía Restrepo se da cuenta, gracias a una llamada telefónica, que su esposo, con quien lleva 25 años de casada, le ha sido infiel durante 20 años con Florinda Mesa. Álvaro intenta que su esposa lo perdone y le dé una nueva oportunidad. Entre tanto Wilson se pierde en la cocaína y Virginia se va con cada hombre que encuentra en su camino.

Harold Trompetero (Bogotá, 1971) es Comunicador Social egresado de la Universidad Javeriana y Publicista de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Realizó estudios de cine en Cuba, (EICTV), en España y Francia. En el 2000 hizo su primer largo, Diástole y Sístole/Los movimientos del corazón, que fue premiada en el Festival de Cine de Cartagena a la Mejor Actriz, Mejor Actor y Premio del público.

Trompetero se ha desempeñado como director de series y novelas para televisión, comerciales, videos musicales y video arte. Ha recibido premios en distintos festivales de publicidad entre los que cuentan un León de Oro en Cannes, FIAP y New York Festival entre otros. Ha recibido premios en el área del video arte en Latinoamérica y Europa y becas de creación por parte del gobierno colombiano. En el 2002 filmó su segundo filme, Violeta no está muerta.

Trompetero también es autor del libro publicado en el año 2001 "Todos estamos enfermos de algo que no sabemos que es" y actualmente es Director Creativo de la Agencia Hispana Siboney USA en New York. Dios los junta y ellos se separan (2006) es el primer producto de La Máquina una nueva productora colombiana de cine nacional, encabezada por Harold Trompetero, Jairo Carrillo y la productora María Ángela Sánchez.

Jairo Eduardo Carrillo (Cúcuta, 1969) es comunicador social egresado de la Universidad Javeriana y Master en Imagen Digital y Animación por computador del London Guildhall University. Ha trabajado para documentales producidos para la BBC de Londres y Nacional Geographic. En Colombia fue el director asistente de la serie “Cartas a Harrison” y el segundo director de la telenovela “María Bonita”. Ha dirigido, producido y realizado animaciones para el Arts Council de Inglaterra, la Alcaldía de Colchester, la UNESCO y la UNICEF, entre otros. Se desempeñó como profesor en animación en London Metropolitan University. Actualmente ejerce como docente en la Universidad de Los Andes en Bogotá y está preparando su segunda película

. Trompetero y Carrillo toman como referencia en su película, Dios los junta y ellos se separan, la familia de clase media baja, porque además de ser un universo rico en conflictos, son las protagonistas de las malas noticias publicadas en los tabloides. La narración decidieron hacerla a través de conversaciones telefónicas, porque es un elemento de comunicación ideal que permite asumir diferentes personalidades.

En esta propuesta el teléfono es el protagonista, es el medio por el que 17 personajes discuten, dialogan, aman, odian, pelean, y se convierte en ésta ocasión en el locutor de una historia que tendrá un final sin precedentes.

Dios los junta y ellos se separan marca un hito en el medio colombiano, no sólo por la forma en que fue concebida, sino como fue realizada. Harold Trompetero, radicado en Nueva York, retomó una buena tarde este guión escrito a cuatro manos con la también colombiana Liliana Guzmán, radicada en Bogotá. Con el apoyo de la Productora María Angela Sánchez, también en Bogotá y del Codirector de la cinta, Jairo Carrillo que trabaja en Londres, se inició una de las apuestas más audaces del cine colombiano. Las características mismas de la película, el bajo presupuesto y la barrera geográfica, hicieron de este objetivo, el mejor de los retos.

Paradójicamente, durante los cuatro meses de preproducción, el teléfono, el celular y el Msn, se convirtieron en las únicas alternativas. Parte del equipo sólo se reunió tan sólo un par de días antes de empezar el rodaje y gran parte de este mismo equipo, jamás había hecho cine en su vida.

El casting, completamente abierto, es uno de los más grandes que se hayan hecho en Colombia. Más de doscientas cincuenta personas, durante cuatro semanas, recrearon y dieron vida a los protagonistas.

La música es también parte fundamental de la película. No sólo por la participación protagónica de intérpretes de la talla del Trío Los Cuatro, compuesto por Andrés Cepeda, Julio Nava y Santiago Chaparro, sino por el proyecto cuenta con música inédita, creada exclusivamente para esta producción. Miguel Carrillo, Matías Krieger y Simón Samper, se encargaron de musicalizarla.

Manifiesta Trompetero: "¿Por qué llevar esta historia al cine? Para mostrar un poco de nuestro pequeño descubrimiento a nuestros congéneres… Y que aquellos que también estén rotos por dentro, no tengan más remedio que reírse, por no llorar. ¿Por qué una mirada negra? Porque ahí desembocó la historia. No había mejor manera de pintar este cuadro naturalista, sino con sarcasmo. No quisimos hacer historias ejemplarizantes, ni moralistas, sino más bien parábolas de la ironía en las que los personajes caricaturizados tienen su premio y su castigo, como pasa de manera extraña en la vida real. ¿Por qué una narración a través de conversaciones telefónicas? Porque es un elemento de comunicación ideal en las relaciones, permite asumir diferentes personalidades. Nadie te ve la cara ni te mira a los ojos cuando estás diciendo una mentira... Y porque a la hora de decir la verdad, el teléfono es como un confesionario... Pocos son los valientes que hablan de frente de los secretos que le avergüenzan".

Premio Especial del Jurado y Premio a la Mejor Película colombiana en el Festival de Cine de Cartagena.