Hijo de la guerra norteamericana contra las drogas, un indio aymara llamado Evo, acompañado por una tropa de cocaleros, atraviesa los Andes y el Amazonas en vaqueros y zapatillas, encabezando una contienda histórica para convertirse en el primer presidente indígena de Bolivia.
REFERENCIA
"Lo que me atrajo fue la relevancia histórica de la improbable apuesta de Evo: convertirse en el primer presidente indígena de un país que más de 500 años después de la llegada de Colón continuaba viviendo en un apartheid de facto. La historia personal de Evo parecía reflejar las complejidades de Bolivia y su lugar en el mundo. Bolivia me parecía una especie de campo de batalla regional: un país de tan solo nueve millones de habitantes, pero con gigantescas reservas de gas natural y miles de hectáreas de sembrados de coca."
Así habla el brasileño-ecuatoriano Alejandro Landes, 27 años, director de Cocalero.
La película, rodada enteramente en video al estilo del 'cinema verité' -cámara en mano, sonido directo, cero voz en off-, ha sido ovacionada en varios festivales internacionales, entre ellos el de Sundance, y también mereció elogios de la reputada revista Variety.
Por un lado, sus creadores, el director Landes, la productora argentina Julia Solomonoff -directora de Hermanas- y el director de fotografía, el venezolano Jorge Manrique Behrens, son todos artistas latinoamericanos que estudiaron en Estados Unidos y que luego volvieron a sus países e hicieron paradas en otros de América Latina para dar marcha a su obra.
Solomonoff debuta como productora luego de un notable lanzamiento en 2005 como directora y Landes, escritor del Miami Herald, licenciado en Economía por Brown, hace de Cocalero su ópera prima; a la vez que el fotógrafo Jorge Manrique Behrens viajó por Africa, Latinoamérica y Europa, filmando y editando comerciales y documentales de televisión como "Pé na Africa", "Nómadas" y "Purple memories", para recalar finalmente en Bolivia.
En el medio del rodaje, director y fotógrafo fueron sospechados de ser de la CIA y todo el apoyo recibido inicialmente se convirtió en vacío. Así perdieron parte del equipo técnico boliviano. Pero no hay mal que por bien no venga, dicen, y esta vez el dicho se cumplió.
Al no poder continuar provisoriamente junto a Morales, la dupla Landes-Manrique Behrens permaneció más tiempo en la tierra cocalera de Chapare y allí conocieron a una mujer, Leonilda Zurita, dirigente cocalera y confidente de Evo, la otra gran protagonista de esta historia y de la saga indígena boliviana.
Con el tiempo y sin que mediase explicación alguna, Evo volvió a recibir al equipo en su entorno y hasta les permitió acompañarlo a su viaje a la cumbre de Mar del Plata.
Guion: Alejandro Landes
Producción: Julia Solomonoff y Alejandro Landes
Fotografía: Jorge Manrique Behrens
Montaje: Kate Taverna, Jorge Manrique Behrens y Lorenzo Bombicci
Música: Leo Heiblum y Jacobo Lieberman
Distribución: Amazonia Films