Carla está cansada. Con 35 años de edad, un físico poco agradable y con una prótesis auditiva, trabaja como secretaria para una agencia inmobiliaria. Un día logra la contratación de un joven ladrón que recién sale de prisión. Los dos se juntan: ella le enseña los buenos modales y él los malos.

Hijo del realizador y guionista Michel Audiard, Jacques Audiard (París, 1952) estaba destinado a ser profesor, pero tras abandonar sus estudios de Letras se adentró en el mundo del cine como montador. En los primeros años de la década de los 80 se ejercita, con gran éxito, en la escritura de varios guiones cinematográficos.

En 1994 salta a la puesta en escena con Regarde les hommes tomber (Mira a los hombres caer), una road-movie protagonizada por Mathieu Kassovitz y Jean-Louis Trintignant. La película logró el César a la Mejor ópera prima, al Mejor Montaje (Juliette Welfling) y el premio Georges-Sadoul al Mejor Actor Revelación (Mathieu Kassovitz). Además, también obtuvo una nominación por su guión (Jacques Audiard, Alain Le Henry).

Dos años más tarde, tras adaptar la novela homónima de Jean-François Deniau, vuelve a trabajar con Mathieu Kassovitz en su segundo largometraje, Un héros très discret (Un héroe muy discreto), que narra las aventuras de Mickey, un policía que hará todo lo posible por encontrar a los asesinos de su amigo Simon. Con este trabajo Audiard logró premios tan importantes como la Espiga de Plata del Festival de Valladolid, el premio al Mejor Guión en Cannes, y seis nominaciones a los César, además de otros muchos reconocimientos a nivel internacional.

El realizador parisino está considerado como un “artesano” del cine. Su cuidada elaboración y, la realización del cortometraje Norme française (1998) fueron la razón por la que hubo que esperar cinco años para que su tercer film, Sur mes lèvres (Lee mis labios), viera la luz. Se trata de una historia de amor con un fondo de novela negra coprotagonizada por Emmanuelle Devos y Vincent Cassel.

La película pronto se convirtió en uno de los grandes éxitos del cine francés con 9 nominaciones a los César, entre los que están los “importantes”: Mejor Película, Mejor Realizador, Mejor Actor (Vincent Cassel) y Mejor Actriz (Emmanuelle Devos). Lee mis labios basa su complejidad en la brillante mezcla de géneros en donde sin atropellarse uno da paso al otro sin que la película nunca pierda ritmo e interés: "En realidad, Lee mis labios no pertenece a ningún género en particular", explica el realizador. "Como los personajes -principalmente Carla– es una película que pasa de un género al otro: de la comedia social a la película negra. En este sentido el cambio o la mezcla de géneros forma parte del tema mismo de la película. En sentido estricto, se puede decir que Carla cambia de «género» y la película va con ella."

Con respecto a lo que une a estos personajes tan particulares Audiard señala: "Desde hacía tiempo, pensaba en el encuentro de una mujer sin edad, sin gracia con un tipo guapo y brutal. Ella era inteligente y él… «brutal». En vez de ir inmediatamente hacia una historia de amor en beneficio del tipo, la historia de hecho contaba cómo estos dos personajes establecían un contrato tácito de ayuda recíproca: soy fea e inteligente, tu eres guapo y estúpido… ¡Juntos podemos hacer maravillas! Trabajando aparecieron el handicap de Carla, Paul convertido en ex-presidiario, el personaje del inspector judicial, el medio profesional de Carla etc.

El más reciente film de Audiard, De battre mon coeur s'est arrété, obtuvo el premio a la Mejor música (Alexandre Desplat) en el Festival de Berlín 2005.