SINOPSIS
Ángel tiene apenas veinte años, un trabajo por horas, pocos amigos y una carrera como boxeador no muy prometedora. Vidal, argentino y atracador profesional de bancos irrumpe en su vida. A partir de ese momento, Ángel se verá obligado a elegir entre la vida rutinaria que le rodea o el futuro que le ofrece Vidal: dinero fácil, emociones fuertes, respeto y reconocimiento. El frágil universo de Ángel se forjará definitivamente cuando decida quién es y quién quiere ser en realidad.
REFERENCIA
La actividad cinematográfica de Daniel Cebrián (Madrid, 1967) comenzó como realizador de "making of" de películas como Días contados (1994), de Imanol Uribe, o La flor de mi secreto (1995), de Almodóvar. También ha trabajado en numerosas películas como Ayudante de Dirección: Después de tantos años (1994), Morirás en Chafarinas (1995), La Celestina (1996), Sólo se muere dos veces (1997) y Grandes ocasiones (1998).

Colaboró durante algunos años con Ricardo Franco, primero como montador de la serie "Yo, una mujer" (1996), y después en una serie de documentales sobre la India.

En 1998 realiza Un solo de cello, su primer cortometraje, con el que participa en varios festivales especializados.

Su llegada como director al largometraje se produce en febrero del 2000 con la película Cascabel, que parte de una historia escrita por Augusto Martínez Torres y Ricardo Franco a mediados de los noventa sobre la vida en la casa cuartel de la Guardia Civil en un pueblo de la meseta y las relaciones familiares que en ella se establecen. En un principio, la película iba a ser dirigida por Ricardo Franco, pero la prematura desaparición de éste dejó el proyecto estancado hasta que lo retomó Daniel Cebrián, quien aceptó el encargo con la condición de poder desarrollarlo con total libertad.

En la 50º Semana Internacional de Cine de Valladolid, celebrada en 2005, Cebrián estrenó su segundo largometraje, Segundo asalto, cuyo guión firma Imanol Uribe, quien también es productor. Se trata de una historia ambientada en la marginalidad donde se presenta la trasgresión de los valores morales desde la ética. El trasfondo del filme, rodado íntegramente en Madrid, representa una crónica social de los tiempos que corren en las grandes ciudades: la difícil integración que tienen los inmigrantes de origen oriental e hispanoamericano, las actitudes racistas y la explotación laboral de los menos pudientes.

Notas del director:
"Segundo asalto gira, en gran medida, alrededor de la ruptura del universo moral y ético de los personajes, y transita entre nociones opuestas, irreconciliables, del bien y el mal absolutos. ¿Hasta qué punto es lícito subirse a un ring a golpear a un adversario, incluso cuando es un tipo que está acabado? ¿Atracar bancos es moralmente reprobable, más allá de que sea una actividad ilegal? ¿Es ilícita cualquier actividad ilegal punible?

"El filme no pretende contestar ni a estas ni a otras preguntas, pero al menos las plantea al espectador, sin dejar de ser, no nos engañemos una mera forma de entretenimiento.

"Nuestra versión de la historia es que funciona en la zona de máxima tensión entre contrarios: el género y los personajes, el bien y el mal, el barrio de Ángel y el mundo que le descubre Vidal, el deporte como vía de escape a la necesidad y la delincuencia como forma de superarla. El boxeo se convierte a la vez en metáfora última del enfrentamiento: dos tipos en paños menores, dándose de puñetazos. Y, sin embargo, lo hacen dentro de unas reglas".

Como en su opera prima, Cebrián describe en Segundo asalto a una juventud desorientada, al borde de la marginalidad, y que ha crecido sin la figura del padre. Para ahondar en una atmósfera realista, el director de fotografía, Kalo Berridi opta por una atmósfera de clroscuros, muy contrastada. La excelente localización de decorados naturales le valió a su directora artística, Marta Blasco, una nominación a los premios Goya.

Finalmente en Valladolid la película cosechó el premio Pilar Miró, otorgado al mejor director mientras la película presentada sea su primer o segundo largometraje. Dos meses más tarde, la película recibió dos candidaturas a los Premios Goya, el ya mencionado a la dirección artística y el Mejor Actor Revelación (Alex González).