SINOPSIS
En la España Imperial del siglo XVII, Diego Alatriste, valeroso soldado al servicio de su majestad, combate en una guerra en las frías tierras de Flandes. En una emboscada de los holandeses, Balboa, amigo y compañero de armas, cae herido de muerte. Alatriste escucha de los labios de su amigo una última petición y promete cumplirla: cuidará de su hijo Íñigo y le alejará del oficio de soldado. A su regreso a Madrid, Alatriste se encuentra con un imperio moribundo. La misma España en la que Quevedo y Góngora escriben sus versos, Velázquez pinta sus cuadros, y Lope de Vega estrena sus comedias, se desmorona ante la impasibilidad de su Rey. La corte de Felipe IV, dominada por las intrigas y la corrupción, es manejada a su antojo por el Conde Duque de Olivares, con el apoyo de la Santa Inquisición. El propio Alatriste, que malvive vendiendo su espada, se verá implicado en una de estas intrigas cuando es contratado junto a otro mercenario, el italiano Gualterio Malatesta, para dar muerte a dos misteriosos personajes que viajan de incógnito a Madrid.
REFERENCIA

Agustín Díaz Yanes (Madrid, 1950) tras sus primeros trabajos como ayudante de dirección orientó su actividad profesional hacia la escritura de guiones. En 1995 dirigió su primera película, Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto, que ganó 8 premios Goya, entre ellos los de mejor director novel y el mejor guión original, para su realizador. Ha sido guionista de películas que han dejado una huella profunda en el cine español entre las cuales cabe señalar Baton Rouge (1998), Belmonte (1994) –conocida es su familiaridad con el mundo del toro– y Al límite (1997).

Su segunda película ha sido Sin noticias de Dios (2001) –conocida en Latinoamérica como Bendito infierno-, película candidata a once Goyas, entre ellos, a la Mejor película, director, guión original y actriz (Victoria Abril).

Su tercer largometraje es una adaptación de “Las aventuras del capitán Alatriste”, de Pérez-Reverte, uno de los libros más exitosos de la literatura española que ahora se ha convertido en una de las películas más caras de la historia del cine ibérico, y en una de las más ambiciosas, con el sinóptico título de Alatriste (2006).

El actor estadounidense Viggo Mortensen (el Aragón de El señor de los anillos) es el encargado de interpretar al personaje literario, encabezando así un amplísimo reparto español que abarca desde los jóvenes Unax Ugalde y Elena Anaya hasta el veterano Juan Echanove. Junto a ellos hay más de 10.000 extras, otros 40 actores y un presupuesto exclusivamente español de más de 24 millones de euros.

Pero el film es una compilación de los cinco libros que conforman las aventuras del héroe imaginado por el escritor: “Pérez-Reverte ha escrito cinco libros que cada uno es una aventura, por lo tanto son noventa o cien páginas que empiezan y terminan”, declara el realizador. “Cuando yo leí las cinco enteras para el guión, le dije: “Oye, esto es inviable para llevarlo al cine porque cada una es una aventura, es casi más para una serie de televisión capítulo a capítulo”. Y me dijo: “Pues búscate una idea”.La idea que busqué fue contar la vida de Alatriste desde que tiene treinta años hasta que tiene cincuenta y tantos, pasan veintitantos años, y entonces al contar la vida podía meter las aventuras que tienen las novelas pero como parte de su vida, no como aventuras cerradas, sino que van montándose unas con otras”.

Ante la aprobación del autor, Días Yanes no tuvo impedimento de quitar mucho del material de las novelas sin que esto afectara el espíritu del relato.

No es la elaboración del guión lo que más le preocupaba al cineasta, pues “los guiones siempre te producen quebraderos de cabeza porque son el principio de todo, pero no fue un guión tortuoso, de estos que te peleas con él. El guión me salió con la pelea básica y clásica de un guión, pero sin mayores problemas. Con el casting tampoco tuve grandes problemas. Lo que más me preocupaba es que es una película en la que nosotros no tenemos mucha experiencia en España, la comparación es con películas complicadas para los españoles”.

Días Yanes hace la referencia a películas como El Gatopardo o La edad de la inocencia, cintas de cinematografías acostumbradas a este tipo de producciones fastuosas, de grandes recreaciones históricas, presupuestos, vestuario, peluquería, maquillaje, mobiliario,… “Cuando vas a hacer una película contemporánea nunca tienes ese miedo, porque si no te gusta el sillón me llevaré el de tu casa, si no te gusta el vestido de la protagonista le dices al figurinista que vaya a más tiendas o a Londres por otro vestido, pero en el cine de época es diferente. La comparación con la época es muy complicada porque todo el mundo tiene una idea de ese tipo de cine que no viene del cine español sino del cine extranjero, y además sólo de las muy buenas películas”.

Con respecto al actor estadounidense, el realizador ha dicho: “Si Viggo no hubiese aceptado el rol, no hubiese hecho la película. Es un tío increíble”. Al artista, que creció entre Dinamarca y Argentina, no le fue extraño actuar en español. En 1995 protagonizó otra película española, Gimlet, que no tuvo demasiada repercusión de este lado del Atlántico. “Viggo no solamente aportó fama y publicidad sino que hizo un excelente papel”, comenta Yañez.