Recién llegado de México donde consolidó su carrera a finales de los años cuarenta, Benny Moré es el artista que a través de la música y del baile hace delirar a las multitudes. Un político adinerado lo contrata para que ofrezca un bailable de matiz electoral. El desgaste de la traición le hace fracasar en su empeño de armar la añorada jazz band e incumple el contrato. Frustrado y bajo los excesos de alcohol y sexo, su vida se vuelve un caos. 

Jorge Luis Sánchez (La Habana, 1960) inicia sus primeros pasos en los Cineclubes, siendo después fundador de la Federación Nacional de Cineclubes de Cuba. Graduado en Pedagogía, comienza a trabajar en el ICAIC en 1981 como asistente de cámara, luego fue asistente de dirección y director asistente. Organiza el Taller de Cine y Video de la Asociación de Jóvenes Artistas Hermanos Saíz, agrupación de la que fue su Presidente nacional en 1992.<br<
Ha participado con sus cortometrajes en diversos festivales y eventos, tanto nacionales como internacionales. Igualmente, ha impartido talleres y conferencias sobre Realización cinematográfica y sobre El Trabajo del Director Asistente.

El Benny es su ópera prima, la cual tardó en llevarse a cabo más de 12 años después de la primera versión del guión. Jorge Luis Sánchez colaboró con el desaparecido dramaturgo Abrahán Rodríguez para la escritura de la trama, luego de unas 20 versiones reescritas desde 1999, explica el realizador, quien pertenece a la familia de Benny Moré, una de las grandes figuras del canto en Cuba.

En la musicalización del film, que corre a cargo de Juan Manuel Ceruto, se encuentra la colaboración de Chucho Valdés y los Orishas.

El film se centra en los últimos años de Benny Moré, a su regreso a Cuba, procedente de México, en la década de los cincuenta, hasta su muerte en 1963. Pero "La película realmente no es una biografía", advierte el director, y resalta cómo el largo proceso hasta la filmación, le permitió perfeccionar la dramaturgia y el diseño de los personajes. "Es una película que abarca varias etapas en la vida de Benny y me parece que pude pulir, sobre todo resumir. El cine es síntesis y selección y gracias a esa libertad que tuve de arreglar el guión, pude hacerlo".

Sánchez recuerda cómo creció en un ambiente familiar donde a Benny se le mencionaba como si fuera una persona viva; aunque él no lo conoció. "Tenía como 21 años, recién empezaba en el cine profesional y pensé que sería bueno hacer una película sobre el Benny, pero como se hizo en la década del ochenta, una que no fue muy afortunada, eso se guardó. Hasta que surgió; quizá también como hay una cercanía familiar, ambas abuelas fueron hermanas, eso también me habrá motivado, pero lo que más me motivó fue hablar de un hombre a través del cual yo también podía hablar un poco sobre Cuba, sobre mi país, mi identidad, mi idiosincrasia".

Para el realizador, Benny Moré es, sobre todo, "un socio del carajo, una persona que ha estado al lado de nosotros todo el tiempo, está vivo, anda por ahí, en los músicos que están en las barras cantando, en la gente que toma aguardiente en las madrugadas, en la espiritualidad de la música cubana, está en México, Benny Moré está vivo, entre todos nosotros”.

Continúa el realizador: "Tuve que hacer un ejercicio grande de imaginación para no hacer una película apologética, una película al apóstol Benny Moré, no; una película del ser humano, mujeriego, jodedor, tomador, sibarita, buena persona, bondadoso; la virtud y el defecto cohabitando en un mismo cuerpo, pero dotado de una sensibilidad genial, que fue la música."

El Benny fue el film más taquillero en Cuba durante 2006 y fue el candidato escogido oficialmente para las postulaciones a los premios Oscar de Hollywood.