SINOPSIS
Bruno Davert es un alto ejecutivo de una fábrica de papel que lleva quince años dedicado a satisfacer las necesidades de los patronos y accionistas de la compañía. Debido a un proceso de reestructuración económica de la empresa, de la noche a la mañana es despedido junto con cientos de sus compañeros. En principio la medida no le preocupa; es joven (tiene cerca de cuarenta años), cuenta con una preparación excelente y cree que no tardará demasiado en encontrar otro puesto de un nivel similar. Tres años después, aún sin trabajo, sólo tiene en mente sobrevivir y preservar su propio bienestar material, y salvaguardar el futuro de su esposa e hijos. Con la ayuda de un arma decidirá pasar a la acción y comenzar a aniquilar a su competencia de una forma ordenada y lógica. Al mismo tiempo prepara el asalto a la Corporación Arcadia, el último obstáculo entre él y el puesto laboral que ansía.
REFERENCIA
Fiel al la novela de Westlake, Costa-Gavras (Atenas, Grecia, 1933) ha escogido la forma del thriller para contar esta historia que refleja la actualidad más candente: el desempleo, sus consecuencias sobre el profesionalismo, el modelo económico ultra-liberal, son en efecto los temas abordados por el film. Cineasta empeñado, Costa-Gavras habitualmente se centra en personajes singulares, que remiten más o menos directamente a una realidad política: la dictadura militar en Grecia -Z, (1969)-, el totalitarismo soviético -La confesión (L’aveu, 1970)-, las actividades de la CIA en Chile –Desaparecido (Missing, 1982)-, el ascenso de la extrema derecha en la Norteamérica rural –Traicionados (Betrayed, 1988), el proceso a los criminales de guerra nazis –Mucho más que un crimen (Music Box, 1989)-, o la actitud de la Iglesia Católica durante la Segunda Guerra Mundial –Amén (2002).

Después de sus anteriores filmes, realizados con grandes presupuestos –El cuarto poder (Mad City, 1997), con el dúo Dustin Hiffman-John Travolta, y Amén- La corporación (Le couperet, 2005) es un proyecto más modesto.

Coproducción franco-belga, se rodó gran parte en la ciudad de Lieja, y fue enteramente financiada por Les Films du Fleuve, la casa productora de los realizadores Luc y Jean-Pierre Dardenne.

“Espero que el espectador simpatice con el protagonista en un primer término y después se pregunte: ‘¿por qué diablos simpatizo con él?’ Entonces el film habrá jugado su rol: ser un espectáculo en el cual un personaje excepcional nos conduce a lo más profundo de nosotros mismos y nos introduce en perspectiva en esta sociedad donde somos a la vez, actores, espectadores, víctimas y beneficiarios”.