Cuando la noticia de la muerte de la princesa Diana, indudablemente la mujer más famosa del mundo, golpea al incrédulo y sorprendido público británico, la reina Isabel II se retira tras los muros del castillo de Balmoral con su familia, incapaz de comprender la respuesta del pueblo a la tragedia. Para Tony Blair, primer ministro recién elegido, la necesidad del pueblo de consuelo y comprensión de sus líderes está clara. Al desbordarse las muestras de emoción, el primer ministro debe hallar la manera de volver a conectar a la monarca con sus súbditos.
REFERENCIA
La muerte de la princesa Diana fue una tragedia que conmocionó al mundo entero. Quedan para la historia la imagen de miles de británicos llorando por la desapareción de la mujer más fotografiada y, quizás, más famosa de la Tierra. Este hecho inspiró a los productores Christine Lagan y Andy Harries para comenzar el proyecto que se convertiría en La reina (The Queen, 2006). Los dos acababan de producir The Deal, un drama para televisión sobre Tony Blair, Gordon Brown y el nacimiento del Nuevo Laborismo, escrito por Peter Morgan y dirigido por Stephen Frears.
La experiencia fue tan exitosa que Langan y Harries estaban deseosos de volver a trabajar con Frears en un segundo proyecto que tratara sobre algún aspecto de la sociedad británica contemporánea. La reina se centraría en contraponer las anticuadas formalidades de la familia real, tanto en su retiro en el campo escocés de Balmoral, como en los aposentos privados de Buckingham Palace, con la modernidad del recién elegido primer ministro Tony Blair y su séquito de ayudantes y asesores de imagen. La película exploraría la reacción de la familia real ante la tragedia.
Para Peter Morgan, el guionista, “era una familia en crisis, encerrada en el aislado mundo de Balmoral. La reina decidió que para proteger a los niños, había que retirar las radios y los televisores. Así que vivían en un lugar de negación total de la realidad. La gente estaba en las calles reclamando una reacción de la familia real y no ocurría nada. Durante esa semana, hubo un sentimiento antimonárquico muy fuerte, que fue avivado por la prensa que se dio cuenta de que el foco de la culpa se estaba dirigiendo hacia ella".
El afamado Stephen Frears (Leicester, 1941), cuya carrera fílmica, la componen varias películas nominadas a los premios Oscar y que son verdaderos títulos de culto, como Relaciones peligrosas (Dangerous Liaisons, 1988), The Grifters (1990) y, más recientemente la exitosa La Sra Henderson Presenta (Mrs. Henderson Presents, 2005) fue el encargado de llevar a muy buen puerto este drama que ya ganó dos Globos de Oro: para su protagonista, la actriz Helen Mirren, y para el guionista Peter Morgan. "Es muy difícil encontrar buenos argumentos, historias que no hayan sido machacadas hasta la muerte," dice el director. "Por fortuna he tenido trabajos originales los últimos tres o cuatro años. Este proyecto era muy atractivo para mí, en parte porque significaba que podría trabar con Peter Morgan de nuevo y en parte por la historia misma. La película es sobre el conflicto entre el viejo y el nuevo mundo. Sobre la tradición, que ha sido fuente de fuerza y a la vez de debilidad en este país".
Uno de los elementos cruciales de La reina es su atención milimétrica al detalle. Quizás esto no es sorprendente, dado que el tema que trata podría atraer criticas si no fuera escrupulosamente auténtica en lo que retrata, desde como se le sirve el desayuno a la reina a como se comporta con sus familiares más próximos en privado. Mientras escribía el guión, Morgan tuvo un equipo de investigadores filtrando la información, buscando fuentes cercanas a la familia real y buceando en los archivos de prensa y televisión.
En la carera del Oscar, La reina está postulada en 6 categrías: Mejor Película, Director, Actriz, Guión Original, Vestuario y Música Original.
Guion: Peter Morgan
Producción: Andy Harries, Christine Langan y Tracey Seaward
Fotografía: Affonso Beato
Montaje: Lucia Zucchetti
Música: Alexandre Desplat
Director de Arte: Alan MacDonald
Intérpretes: Helen Mirren (reina Isabel II), Michael Sheen (Tony Blair), James Cromwell (príncipe Felipe), Sylvia Syms (la reina madre), Alex Jennings (príncipe Carlos), Helen McCrory (Cherie Blair), Roger Allam (sir Robin Janvrin), Tim McMullan (Stephen Lamport).
Distribución: Cines Unidos