DIRECTOR
SINOPSISGuillermo del Toro
Ofelia, una niña de 13 años, emprende un viaje junto a su madre, Carmen, convaleciente a causa de un avanzado estado de gestación, hasta un pequeño pueblo en el que se encuentra destacado Vidal, un cruel capitán del ejército franquista, nuevo marido de Carmen y por el que Ofelia no siente ningún afecto. Es el año 1944 y la misión de Vidal es acabar con los últimos vestigios de la resistencia republicana, escondida en los montes de la zona. También ahí se halla el molino donde Vidal tiene su centro de operaciones; en él les aguardan Mercedes, una joven que se encuentra a cargo de los demás miembros del servicio, y el doctor, que se hará cargo del delicado estado de salud de Carmen. Una noche, Ofelia descubre las ruinas de un laberinto donde se encuentra con un fauno, una extraña criatura que le hace una increíble revelación: Ofelia es en realidad una princesa, última de su estirpe, a la que los suyos llevan mucho tiempo esperando. Para poder regresar a su mágico reino, la niña deberá enfrentarse a tres pruebas antes de la luna llena.
REFERENCIA
Ya con su primer largometraje, Cronos (1993), un cuento de horror gótico con tintes existencialistas, Guillermo del Toro (Guadalajara, 1964) esbozaba lo que sería el futuro universo fantástico de un cineasta con una, al parecer, imaginación inagotable. Todo el clima agobiante del film era producto de sus influencias más tempranas.
Perteneciente a una generación de artistas mexicanos que parece estar dictando la pauta del cine a nivel mundial (en la que se inscriben no sólo realizadores como Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu, sino también actores como Gael García Bernal, Salma Hayek y Diego Luna), desde pequeño, Del Toro fue hipnotizado por las producciones británicas de la Hammer y la escuela italiana del terror, fundamentalmente Mario Bava. A la par de sus cortos en Super 8, comienza a especializarse en maquillaje y efectos especiales, fundando en 1985 la empresa Necropia. Luego dirigiría varios capítulos de la serie de televisión “La hora marcada” (una especie de versión mexicana de "The Twilight Zone"), dos cortometrajes (Doña Lupe, 1985 y Geometría, 1987) y sus primeros largometrajes para tv (Con todo para llevar; 1989; Caminos de ayer, 1990, e Invasión, 1990).
El salto vendría con Cronos, cuya producción no estuvo desligada de problemas financieros, como toda ópera prima, pues ni el Instituto Cinematográfico de México, se interesó en el proyecto. La respuesta a la aceptación del film fue el Premio de la Crítica internacional en el Festival de Cine de Cannes.
Ante la lluvia de ofertas que este triunfo le trae al realizador, éste opta por dirigir Mimic (1997), con capital norteamericano, un homenaje al cine fantástico de los 50 con monstruos gigantes, en este caso son cucarachas enormes que, como producto de alteraciones genéticas, deambulan por los pasajes del subterráneo de Nueva York.
Muy al contrario del lado comercial que significó este trabajo, Del Toro marcha a España a filmar uno de sus títulos más interesantes, El espinazo del diablo (2001) cuya trama transcurre en un orfanato de un pueblo perdido de España durante la Guerra Civil, donde además conviven fantasmas y seres humanos acosados por la contienda bélica.
Blade II (2002) es la segunda incursión de Del Toro no sólo en la industria norteamericana sino en el tema del vampirismo, ya presente en su primer film. Aquí las acciones de un cazador de vampiros se desarrollan en los vericuetos y callejones de una fría Praga, captando la estética del cómic en que está basada la historia.
Con menos fortuna llevó a cabo Hellboy (2004), adaptación de otro personaje venido del cómic, muy popular dentro de los Estados Unidos, pero poco conocido fuera de allí.
Ahora, un año de preparación, cuatro meses rodando y seis meses de postproducción han sido necesarios para que Guillermo del Toro llevara a cabo El laberinto del Fauno (2006), en su propia opinión, su film más maduro y del que está más orgulloso. En este sentido el realizador explica que “la película empezó de formas muy diversas. Hay ideas muy elementales en la película que parten del original El Espinazo del diablo antes de transformarse en una historia de fantasmas en la Guerra Civil española. El Fauno ya estaba en mi tesis de escritura cinematográfica en la escuela de guiones. Y aún así es difícil para mí encontrar la semilla misma de la idea, porque originalmente la pensé como una historia completamente diferente: hace muchos años pensaba en una mujer embarazada que se mudaba con su marido a una casa abandonada que el marido reparaba, en la Inglaterra victoriana, y ella se enamoraba de un fauno que se la follaba todas las noches. La mujer empezaba a ver cómo el laberinto florecía y las criaturas salían del laberinto, y El Fauno le decía: si quieres vivir con nosotros tienes que sacrificar a tu hijo. ¿Hay alguno de estos elementos en la película El laberinto del Fauno? Sí. ¿Se parece a la película que hace mucho tiempo imaginé? No. Yo pensé que el momento de transición del mundo entero, 1944, cuando está acabando la Segunda Guerra Mundial, era un momento muy propicio para hablar de monstruos y de opciones”.
Si nos sumergimos en el trabajo de Guillermo del Toro, encontramos que las principales referencias de El laberinto del Fauno proceden menos de las películas que más le han impresionado, como se señaló anteriormente, y más de la literatura y la pintura. "He estado siempre muy influenciado por el pintor español Goya, especialmente por sus pinturas negras que son, para mí, las más impresionantes. La pintura de "Saturno devorando a su hijo", por ejemplo, fue para mí una de las principales inspiraciones para el Hombre Pálido, uno de los personajes principales de El Laberinto... Pero para el ambiente general dibujé sobre los trabajos del ilustrador Arthur Rackham. Intenté conectar con la perversidad y el contenido sexual de su trabajo y logré algo muy intenso y visceral, que era perfecto para El laberinto del Fauno. Esto me exigió mucho trabajo, tanto en la construcción de los sets, que tenían que ser escrupulosamente detallados, delicados, como en la elección de los colores.
En una contienda dominada por varios mexicanos, muchos de los cuales (Alfonso Cuarón, Alejandro González Iñárritu...) son amigos muy queridos de Guillermo del Toro, El laberinto del Fauno está nominada al Oscar en seis categorías: Mejor película en idioma extranjero, Guión original, Fotografía, Dirección artística, Sonido y Maquillaje.
FUNCIONES:
GALERíA DE FOTOS:
FICHA TÉCNICA:
Guion: Guillermo del Toro
Producción: Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón, Álvaro Augustín, Bertha Navarro y Frida Torresblanco
Fotografía: Guillermo Navarro
Montaje: Bernat Vilaplana
Música: Javier Navarrete
Director de Arte: Eugenio Caballero
Intérpretes: Sergi López, Maribel Verdú, Ivana Baquero, Álex Angulo, Ariadna Gil, Doug Jones, César Bea, Manuel Solo, Roger Casamajor.
Distribución: Cinematográfica Blancica
Guion: Guillermo del Toro
Producción: Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón, Álvaro Augustín, Bertha Navarro y Frida Torresblanco
Fotografía: Guillermo Navarro
Montaje: Bernat Vilaplana
Música: Javier Navarrete
Director de Arte: Eugenio Caballero
Intérpretes: Sergi López, Maribel Verdú, Ivana Baquero, Álex Angulo, Ariadna Gil, Doug Jones, César Bea, Manuel Solo, Roger Casamajor.
Distribución: Cinematográfica Blancica