SINOPSIS
Febrero de 1945. Aún cuando la victoria en Europa era casi un hecho, la encarnizada guerra en el pacífico continuaba. Una de las batallas decisivas y más sangrientas de la guerra fue la lucha por la isla de Iwo Jima, que culminó con lo que se convertiria en una de las imágenes icono en la historia: cinco infantes de marina y un oficial de la armada izando la bandera norteamericana en el monte Suribachi. La inspiradora foto capturando ese momento se convirtio en un simbolo de victoria para una nación que se habia hartado de la guerra y convirtió a los seis norteamericanos en la base del mastil en héroes, algunos de ellos moririan enseguida, despues, sin jamás enterarse de que serían inmortalizados.
REFERENCIA

La conquista del honor (Flags of our Fathers, 2006) es la adaptación del libro de James Bradley, Flags of Our Fahters: Heroes de Iwo Jima, que narra la historia de seis soldados (cinco marinos y un oficial de la Armada) que participaron en la sangrienta batalla de Iwo Jima en 1945. Uno de estos soldados no es otro que el padre del autor del libro. Bradley ha dicho que su padre (quien murió en 1994) nunca le comentó este hecho y por esto decidió escribir la novela. El mundo tiene como referencia de este hecho la imagen de los seis soldados izando la bandera de Estados Unidos; nada más. La historia de estos, hoy considerados héroes, jamás se había contado. La obra de Bradley ha estado 46 semanas en la lista de best-sellers del New York Times.

Para Clint Eastwood (San Francisco, 1930), director de la versión fílmica, “esta historia no sólo rinde homenaje a estos hombres que elevaron los colores de la bandera americana, sino también celebra a todos los héroes anónimos que combatieron y encontraron la muerte tanto en Iwo Jima como en muchos otros campos de batalla durante la Segunda Guerra Mundial”.

La conquista del honor representa la segunda colaboración de Eastwood con Steven Spielberg, desde que ambos estuvieran asociados debido a Los puentes de Madison (The Bridges of Madison County, 1995). Cuando Eastwood se enteró que Spielberg había obtenido los derechos del libro de Bradley simplemente le comentó que le gustaba mucho, a lo cual Spielberg le ofreció producir la cinta si aquél la dirigía.

El film también es la segunda colaboración del director con el guionista Paul Haggis, con quien había trabajado en Golpes del destino (Million Dollar Baby, 2004), film por el cual el realizador recibió su segundo Oscar como Director; pero, además, Eastwood vuelve a trabajar con el productor Robert Lorenz quien ha supervisado por lo menos las últimas cinco películas del director; con Michael Owens, el que fuera el especialista en efectos visuales de Jinetes del espacio (Space Cowboys, 2000); con Tom Stern, el director de fotografía de otras cintas de Eastwood; con la vestuarista Deborah Hopper; con el montador Joel Cox y con la directora de casting, Phyllis Huffman.

Al comienzo de la producción de La conquista del honor, en 2005, Eastwood visitó la isla de Iwo Jima: “Fue muy emocionante estar bajo el sol de esta isla donde tantas madres perdieron a sus hijos”, comenta el realizador, “Hoy la isla está deshabitada, a excepción de la presencia de un pequeño destacamento militar japonés y de algunos pilotos americanos que realizan viajes esporádicos. Pero cuando observas la playa, crees ver y escuchar a las tropas desembarcando. Es una impresión muy fuerte”.

Sin embargo, Eastwood filmó aquí los planos necesarios con la intención de lograr la mayor exactitud en la atmósfera deseada, pues el resto de las imágenes de la batalla se rodaron en Islandia, en la península de Reykjanes, que ofrece un paisaje muy similar al de Iwo Jima. La producción debió transportar enormes cantidades de arena para recrear el largo muro de protección erigido por los japoneses para bloquear el ataque americano. La reconstrucción de la invasión fue, pues, una empresa monumental. El rodaje duró 61 días y se llevó a cabo también en Los Angeles, Arlington, Chicago y Huston.

Para diciembre de 2006 está pautado el estreno de Letters from Iwo Jima, la recreación de la batalla desde el punto de vista de los japoneses, realizada también por Eastwood.