SINOPSIS
El experto en inversiones Max Skinner viaja hasta la Provenza para vender un pequeño viñedo que ha heredado de su fallecido tío. Max se embarca de mala gana en lo que, a la postre, resultará ser un nuevo y estimulante capítulo en su vida, cuando empiece a darse cuenta de que merece la pena saborearla.
REFERENCIA
La idea del film le vino a Sir Ridley Scott (South Shields, Inglaterra, 1937) cuando visitó a su amigo Peter Mayle en Provenza en 1996. Mayle había sido un publicista convertido ahora en un exitoso escritor, y cuyo libro Un año en Provenza, aparecido en 1990, se había transformado en la referencia de todo turista que visitaba el continente europeo, además de haber sido traducido a varios idiomas. Mayle, birtánico afincado en Provenza desde hace más de 20 años, ha retratado en sus libros la agradable vida de la zona y de los franceses y su particular estilo de vida y, sobre todo, su gusto por los vinos. Scott le llevaba a su amigo un artículo publicado en The Times que hacía referencia a “los vinos de garage” que un empresario británico estaba vendiendo a más de 45.000 euros la caja: “Estaba buscando una excusa para volver a Francia a rodar una película y esta historia me proporcionó la oportunidad perfecta. Le sugerí la idea a Peter Mayle y me dijo: ‘De ahí saldría una buena novela’. Le contesté: ‘Vale, tú escribes el libro y yo me quedo con los derechos para adaptarla al cine’. Así que lo escribió, y tuvo mucho éxito".

Scott escogió al neoyorquino Marc Klein (Serendepity) para adaptar la novela de Mayle, A Good Year, aparecida en 2004. Klein reconoce que cuando aceptó la oferta de Scott, no sabía nada de vinos ni de Provenza. Scott le aconsejó que visitara el sur de Francia para llevar a cabo una labor de investigación y tomarle el pulso y el sabor de la zona. Klein hizo una visita a Provenza en 2004, conoció a Peter Mayle y pasó casi un año investigando en la región y sus vinos.

De esta forma el director de Thelma y Louise (1991) vuelve en Un buen año (A Good Year, 2006) a reunirse con el actor Russell Crowe con quien ya trabajara en Gladiador (Gladiator, 2000). En el reparto se encuentra también el gran Albert Finney. El rodaje fue en la propia región de Provenza, algo que fue muy placentero para Scott, quien posee una casa de vacaciones y cuenta con un viñedo en la zona desde hace quince años, pero que no había rodado nunca en Francia desde la película con la que debutó en el cine, Los duelistas (The Duelists, 1977), hace casi treinta años. "Este rodaje ha sido una de mis experiencias cinematográficas más placenteras", ha dicho el realizador.