Con un “volante o maleta” y con un filoso cuchillo como argumento, Chavelo y Coto asaltan a un taxista. Éste, Ulises Morales, de asaltado se convierte en asaltante, haciendo de chofer para estos delincuentes. El dinero fácil lo tienta; en algún lugar del barrio alto está el gran botín que le permitirá pagar las cuotas del taxi que le faltan. Tras varios asaltos fallidos y agobiados por la “Tolerancia Cero”, los asaltantes de pacotilla terminan refugiados en la casa de Ulises, en su intimidad y en la de Javiera, su hija regalona. Cuando quiere dar marcha atrás, Ulises comprende qué tan lejos puede llegar.
REFERENCIA
Tras estudiar Arquitectura en la Universidad de Chile, Orlando Lübbert (Santiago de Chile, 1945) se inició en el cine como ayudante de Patricio Guzmán. Su documental Los puños frente al cañón (1975), recibió una mención especial en el Primer Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana (1979).
Desarrolló una considerable parte de su carrera en Alemania Federal, donde realizara dos largometrajes de ficción: El Paso (1979) y La colonia (1985) — Segundo Premio del Festival de Nüremberg —, además de algunos documentales para la TV.
En 1995 regresa a su país natal, donde dirige el documental Chile, la herida abierta (1999), además de continuar ejerciendo la docencia, labor extendida a la EICTV de San Antonio de los Baños (Cuba).
Concursa en la sección oficial en ficción con el film Taxi para tres, laureado con la Concha de Oro, en el Festival de San Sebastián. El realizador cuenta cómo surgió la idea del film: “Cierto día de 1986, la televisión alemana (yo vivía en Alemania en ese tiempo) me encargó un reportaje sobre la llamada cultura subversiva de Chile; había mucha cultura que se hacía al margen de cualquier institución en lugares muy marginales y, para realizar ese reportaje, salíamos y nos poníamos en contacto con una población muy dura, muy difícil, y conocí a un taxista que, de pronto, no quería parar en un lugar determinado, pero que, al final, terminó parando y nos dijo: Perdónenme, yo no quería pararles porque aquí tuve una experiencia muy complicada. Un día, unos caballeros me pararon, uno se sentó atrás con un cuchillo y me pusieron ante la disyuntiva: ‘Volante o maleta’; es decir, o manejo o me voy al maletero atrás. ‘Volante’ significaba salir a robar con ellos, de la manera más burda, más brutal. Él decidió acompañarlos durante todo un día y estos delincuentes repartían su botín con el taxista. Por lo cual lo convirtieron inmediatamente en cómplice. Él les insistía: es que no quiero robar, y ellos: pero tú estás trabajando también. Esa anécdota me ayudó después a estructurar la historia central de Taxi para tres. Creo que reflejaba, y que refleja, lo que es Chile en alguna medida todavía, donde a un taxista perfectamente podía ocurrirle eso”.
Guion: Orlando Lübbert
Producción: Orlando Lübbert, Adrián Solar.
Fotografía: Patricio Riquelme
Montaje: Alberto Ponce
Música: Eduardo Zvetelman
Intérpretes: Alejandro Trejo, Daniel Muńoz, Fernando Gómez-Rovira, Elsa Pobrete, Denitze Lecaros, Cristián Quezada, Ivonne Becerra, René Castro
Distribución: S/D