Ariel es un “adolescente tardío”, que vive en la Argentina de hoy, en un ambiente de confusión y decadencia, donde todo a su alrededor se transforma en otra cosa, en una desesperada búsqueda por la supervivencia. En esta transformación, muchos retoman sus orígenes, pero no como una reafirmación de la identidad, sino con objetivos “burocráticos”, como conseguir un pasaporte de alguna nacionalidad ancestral, que haga de salvoconducto al paraíso europeo, la construcción de una esperanza posible. Pero hay un hecho en su vida que determina su punto de vista sobre todas las cosas. Un padre héroe, que abandona a su familia por un ideal. Un dilema moral insoportable, un pensamiento obsesivo que lo ciega. Pero entonces la verdad se transforma, como todo a su alrededor. El padre vuelve, con verdades nuevas, con otra historia, que ahora también es la suya.
REFERENCIA
Nacido en Buenos Aires (1973), Daniel Burman trabaja en la industria del cine desde 1992, desenvolviéndose como productor, escritor y director. Ha dirigido: Un crisantemo estalla en cinco esquinas (1998), Esperando al mesías (2000) y Todas las azafatas van al cielo (2002), ganador del NHK en el Festival de Sundance.
Con El abrazo partido (2003), su cuarto largometraje, obtuvo el Oso de Plata y el de Mejor actor (Daniel Hendler) en el Festival Internacional de Cine de Berlín, en donde también fue nominado al Oso de Oro, además del Premio al mejor guión inédito en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.
Burman es un cineasta que ha hecho de su historia personal (hijo de inmigrantes judíos en Buenos Aires) el tema mayor de su filmografía. Exponente del humor urbano judío, El abrazo partido combina, con habilidad, situaciones dramáticas y cómicas.
Dice el director: “Lo que sucede en realidad es que todos los habitantes de la galería me resultan familiares, casi viejos amigos. En mi niñez y adolescencia transcurridos en el barrio del Once, siempre fui espectador de aquellas historias y personajes extraordinarios que se esconden a través de la aparente monotonía del mundo comercial. El casting se realizó a personas normales y corrientes con ansias de poder conseguir sus sueños. El desafío más grande era el combinar estos no-actores frente a aquellos denominados profesionales. Se optó por no utilizar grips y en cambio, usar la cámara en mano durante toda la película.”
El film ha sido un éxito en países con públicos tan disímiles como Alemania y Tailandia. Al respecto el director comenta: “Tiene que ver con una temática muy universal, como la construcción de la paternidad y cómo los hijos construimos la imagen de nuestros padres y las relaciones que surgen a partir de los padres ausentes o presentes. Son temas absolutamente universales y no dependen de los lugares o el tiempo”.
“Hay una sumatoria de historias o fábulas reales. La historia de alguien que se va a luchar por un ideal, a una guerra, pero para luchar por este ideal abandona a su familia con todo el dilema moral que eso significa“, concluye el director.
Guion: Marcelo Birmajer y Daniel Burman
Producción: Diego Dubcovsky y Daniel Burman
Fotografía: Ramiro Civita
Montaje: Alejandro Broder-sohn
Música: Cesar Lerner
Intérpretes: Daniel Hendler, Sergio Boris, Adriana Aizemberg, Jorge D'Elia, Rosita Londner, Diego Korol, Silvina Bosco, Melina Petriella, Isaac Fain, Aitilio Pozzobon.
Distribución: Cinematográfica Blancica