SINOPSIS
Leni trae a casa a su novio Rafi para presentarle a su familia judía. Todo marcha de maravilla hasta que los enamorados revelan que Rafi es palestino. Con su futura suegra descompuesta por la noticia, Rafi se ofrece para tomar las riendas de la cocina. Pero la sopa congelada se le escapa por la ventana, cae en picado siete pisos y le da a un peatón. Como si la noche no fuera ya suficientemente catastrófica, todo apunta a que ese peatón es el padre de Leni...
REFERENCIA

Dominic Harari (Londres, 1966) y Teresa de Pelegrí (Barcelona, 1968), pareja en la vida real, se conocieron en Nueva York, mientras estudiaban cine en la Universidad de Columbia.

Su primera colaboración en conjunto fue el cortometraje Roig (1994), aclamado en varios festivales internacionales. Su siguiente trabajo, Gusto, formó parte de las cinco piezas de El dominio de los sentidos (1996). El telefilm Atrapa-la (2000), que escribieron y dirigieron para TV3, les dio la oportunidad de trabajar en algo más ambicioso que les permitió descubrir el mundo de la nuevas bandas musicales independientes de Barcelona.

Pero ha sido como guionistas que han alcanzado mayor reconocimientos, pues han escrito junto a Joaquín Oristrell los guiones de los films Novios (1999), Sin vergüenza (2001) e Inconscientes (2004), y con Sigfrid Monleón y Ferrán Torrent en La isla del holandés (2001). Tanto por ésta última como por Sin vergüenza lograron una doble nominación a los premios Goya: Mejor adaptación y Mejor guión original, respectivamente.

Seres queridos (2004) es su primer largometraje, una comedia que aborda el tema judeo-palestino desde la óptica de una familia un tanto neurótica.

A ambos directores, de ascendencia judía, la crítica no ha dejado de compararlos con Woddy Allen, a lo que ellos han respondido alegando que la cercanía con el cineasta neoyorquino es “casual”: "Es cierto que Woody Allen no ha dejado demasiado para los demás, porque él ha tratado mucho el tema de los judíos, pero en familias neoyorquinas. Además, lo que nunca ha hecho es una comedia así, que hable del conflicto palestino como una metáfora".

Continúan los autores: “La cohabitación es el tema que impregna Seres queridos. Cohabitación entre amantes, entre miembros de una familia, entre judíos y árabes. Es una paradoja que los seres humanos, clasificados oficialmente como animales sociales, encontremos tan difícil vivir unos con otros. Requiere tolerancia, y un buen sentido del humor. Eso es lo que nuestra familia, los Dalinski, descubren.

”Elegimos contar su historia desde la comedia. La comedia es liberadora. Nos permite tomar distancia, ver lo absurdo de una situación, salvarnos de ser consumidos por el negativismo y ver todo como un imposible. Y queríamos que Seres queridos fuera una película optimista.

”Puede que pequemos de ingenuidad estando la situación en Israel tan mal, pero a veces uno necesita pecar de ingenuidad. Cualesquiera que puedan ser las noticias hoy, es bonito recordar que una judía y un palestino pueden quererse y que quizás algún día haya allí paz y sitio para todos.”