SINOPSIS
Diez años después de la muerte de su marido, Anna intenta comenzar una nueva vida y acepta casarse con Joseph, un hombre alegre y cultivado que durante tres años la ha cortejado pacientemente. La madre de Anna, Eleanor –una mujer elegante y dominante que ha abierto los brazos a Joseph en el espacioso piso familiar del barrio aristocrático del Upper East Side neoyorquino–, recibe la noticia con alegría. El piso ha sido el hogar de Anna desde la muerte de Sean y también es la residencia temporal de su hermana embarazada Laura y su marido (Bob). Poco después de la fiesta de compromiso de Anna y Joseph, se celebra el cumpleaños de Eleanor, pero antes de que se pueda servir la torta aparece un desconocido: un niño que pide hablar en privado con Anna. En la cocina, el niño declara ser su difunto marido Sean y le previene de las consecuencias de su decisión de casarse con Joseph.
REFERENCIA
Nacido en Londres (1965), Jonathan Glazer hizo su debut en el cine con la elogiada Sexy Beast (2000), protagonizada por Ray Winstone y Ben Kingsley. Ambientada en el mundo del hampa inglesa la película le valió a Kingsley candidaturas al Oscar y al Globo de Oro y además el film compitió por el BAFTA a la mejor película británica y el premio Spirit Award a la mejor película extranjera.

Tras graduarse en diseño y dirección teatral, Glazer acumuló experiencia en el mundo del entretenimiento como director de teatro, montador de trailers y colaborador de la BBC.

En 1993 se asoció con el productor Nick Morris, de Academy Commercials, para escribir y dirigir tres cortometrajes titulados Mad, Pool y Commission. Después entró en el mundo de la publicidad y los videos musicales, donde dirigió videos para grupos como Massive Attack, Blur, Nick Cave, Radiohead y Jamiroquai.

En 1997 fue elegido director del año en los MTV Awards y su vídeo para Jamiroquai -"Virtual Insanity"- fue seleccionado para diez premios.

Jonathan Glazer, incluso antes de rodar Sexy Beast, tenía en mente la idea central que se convertiría luego en Reencarnación (Birth, 2004) y lo comentó con el renombrado productor Jean-Louis Piel, productor de la premiada Quemado por el sol (Nikita Mikhalkov, 1994) y gran admirador del trabajo de Glazer.

A fin de desarrollar la historia, Piel sugirió hablar con el distinguido escritor francés Jean-Claude Carrière, colaborador de Luis Buñuel en el cine y de Peter Brook en el teatro. También había colaborado con el Dalai Lama en dos libros –incluyendo The Power of Buddhism– y tenía amplios conocimientos del tema de la reencarnación. A Carrière le intrigó la idea de Glazer y los dos creadores se reunieron a principios de 2001 para concretar la trama. Así empezó un diálogo que continuaría a lo largo de unos dieciocho meses y cuyo resultado sería el guión de Reencarnación.

Glazer y Carrière opinaban que la historia se prestaría mejor a un entorno libre de asociaciones con la reencarnación: “No queríamos escribir una película sobre lo paranormal. No queríamos ambientarla en un lugar donde este tipo de historia forma parte de la cultura o de la religión”, comenta Glazer. “Nos gustó la idea de desarrollarla en una gran ciudad donde existe un cierto anonimato. También hablamos de la idea de un reino y de la llegada del niño a una corte. Un lugar donde quedaría muy clara la separación entre los distintos mundos que ocupan la mujer y el chico”. Y decidieron que Nueva York cumpliría con ambos criterios.