Durante la noche de Acción de Gracias en 1987, Arnold Friedman, un afable profesor de informática, y su hijo menor, Jesse, fueron arrestado acusados de haber abusado sexualmente de sus alumnos. El padre murió en la cárcel y Jesse pasó 13 años entre rejas. La enorme cantidad de videos caseros grabados por esta familia tan disfuncional como exhibicionista y la contraposición de testimonios contradictorios que siembran algo más que serias dudas sobre la veracidad de las acusaciones son los ejes sobre los que se maneja el film.
REFERENCIA
Nacido en Nueva York (1963), Andrew Jarecki es hijo de una crítica cinematográfica del Times y hermano de Eugene Jarecki, realizador del documental The Trials of Henry Kissinger, (2002). Jarecki es graduado en la Universidad de Princeton, y como músico coescribió y realizó el tema de la serie de televisión “Felicity” de la WB Network.
Una de las curiosidades que rodean a este cineasta es su pasado como empresario. En pleno auge de Internet, vendió a American Online su empresa Moviefone. La multinacional le pagó cerca de 350 millones de dólares. Sin embargo, Jarecki admite no haber cambiado en exceso su personalidad tras aquel pelotazo económico y afirma que antes de producirse aquella venta ya estaba pensando en hacer documentales.
Fueron sus primeras investigaciones para la realización de un documental sobre los payasos de fiestas infantiles las que permitieron que Andrew Jarecki diera con David Friedman, el mejor clown de Manhattan. David, hermano de Jesse, quién aún estaba cumpliendo condena en la cárcel por pederastia, se da cuenta de la estupenda oportunidad para dar a conocer la verdad de lo ocurrido a su padre y hermano.
Es así que Jarecki hereda un importante material videográfico propiedad de los Friedman, valioso para confeccionar Capturing the Friedmans. Los Friedmans, grabaron todo tipo de situaciones familiares y cuando estaban en pleno proceso judicial, David tomó el relevo de su padre para continuar esta poco agradable tarea.
Jarecki, por su parte, se encargó de entrevistar a los propios Friedmans, a las presuntas víctimas, a los padres de éstas, a los policías de la investigación, a la juez del caso y a los abogados implicados. Lo que se desprende de toda esta maraña (las descabelladas teorías policiales, los testimonios contradictorios, el protagonismo mediático y la falta de evidencias incriminatorias) es un cúmulo intrincado de dudas sobre la culpabilidad de los Friedmans.
Jarecki aclara: “Llega un momento en que todos los testimonios pierden credibilidad o se contradicen, cargando de responsabilidad a los espectadores. Para un cineasta, emitir una opinión sobre un caso criminal es muy peligroso. Es importante que el público decida por sí mismo”.
Guion: Andrew Jarecki
Producción: Andrew Jarecki y Marc Smerling
Fotografía: Adolfo Doping
Montaje: Richard Hankin
Música: Andrea Morricone
Intérpretes: Intervenciones: Arnold Friedman, Elaine Friedman, David Friedman, Seth Friedman, Jesse Friedman, Howard Friedman, John McDermott, Frances Galasso, Joseph Onorato, Abbey Boklan
Distribución: S/D