Franklin es designado como el único profesor laico en el Reformatorio de San Judas entre un personal de hermanos católicos encabezados por el sádico Prefecto, el Hermano John. En contraste con el abuso verbal y físico al que los muchachos están acostumbrados, Franklin trata de construir una amistad con sus pupilos basada en la confianza. Él busca sus talentos ocultos, enseñándolos a leer y a apreciar la poesía, reclutando a Liam Mercier, un muchacho excepcionalmente talentoso, para ayudarle en este desafío. Dándose cuenta del estado de represión y tiranía que existe en el colegio y contra lo cual luchó tiempo atrás, Franklin sigue teniendo recuerdos de sus días durante la Guerra civil española y de lo que perdió.

Nacida en Irlanda, Aisling Walsh estudió Fine Art en el Dun Laoghaire Institute of Art Design and Technology. Aunque no había cursos de cine en ese instituto Walsh se interesa por este medio rápidamente. Al año siguiente de su graduación trabaja como dependiente en una tienda a fin de ganar lo suficiente para entrar al National Film School en Beaconsfield. La inexistencia de una verdadera industria cinematográfica en Irlanda la lleva a trabajar en Inglaterra donde Walsh ha tenido una lista de reconocidos trabajos en cine y televisión.

Su primer largometraje es Joyriders (1989), aclamada en festivales internacionales. En televisión destacan, entre otros, Trial and Retribution (1997, 1998 y 2002) y el reciente drama Sinners (2002) que cuenta una historia ficticia contra el fondo real de los conventos de la Magdalena en Irlanda en los años 60 y ha ganado cinco premios en el último Festival de Televisión de Shanghai, incluyendo el de Mejor Director.

Su segundo largometraje Los niños de San Judas (Song of a Raggy Boy, 2003), se basa en la novela autobiográfica de Patrick Galván, sobre el valor de un hombre que lucha contra el duro régimen fascista en un reformatorio irlandés de niños en 1939.