DIRECTOR

Benedict Andrews

A un joven y ambicioso agente del FBI, Jack Solomon, le encargan investigar a la estrella de cine francés Jean Seberg, cuando se ve envuelta en el tumultuoso movimiento por los derechos civiles a finales de la década de 1960 en Los Ángeles. La relación de Seberg con el activista de los derechos civiles, Hakim Jamal, la convirtió en blanco de los despiadados intentos del FBI de interrumpir, desacreditar y exponer el movimiento del Black Power.

Seberg (2019) es el segundo largometraje del poeta, director de teatro y cine australiano Benedict Andrews (Adelaide, 1972). Con estudios en el Flinders University Drama Center de Adelaide, su primer largometraje fue Una (2016), una adaptación de la obra teatral “Blackbird” de David Harrower.

Seberg se centra en la figura de la conocida actriz estadounidense Jean Seberg, que se convirtió en icono de la Nueva ola francesa, movimiento cinematográfico que hizo eclosión a finales de los años 50. 

“La conocí cuando la vi en Sin aliento y desde entonces la llevé en mi imaginación” confiesa Benedict Andrews sobre la rutilante Jean Seberg, cuando actuó en la cinta del aclamado Jean-Luc Godard de 1960. "Este es el rasgo religioso en mí, tal vez, pero esas figuras se convierten en santos en nuestra imaginación, y ella siempre estaba parpadeando allí. Eso es lo que hace una interpretación increíble y original. Hay algo en lo que hizo en esa película que ayudó a inventar lo que es la actuación moderna, que es tan luminosa y tan cruda. Pero no sabía de su participación en el Movimiento de Derechos Civiles ".

El otro lado de esta narrativa es cómo el apoyo mencionado anteriormente llevó al FBI a sentirse ansioso por su impacto potencial, Seberg se convirtió en una amenaza: era poderosa y tenía una plataforma. Para Andrews, la investigación del FBI sobre su vida personal tiene cierta resonancia con la sociedad moderna. “Hay muchas cosas que hacen que la película se sienta muy urgente ahora. Vivimos en una cultura de vigilancia masiva, y en esto vemos nuestro ADN modelado por eso. De una manera bastante compleja, es una película sobre la verdad. Estamos viendo cómo se destruye la verdad de alguien y cómo se utiliza la maquinaria de vigilancia para destruir la verdad de alguien, difundiendo información errónea y mentiras sobre las personas, para convertir las mentiras en armas. Existe esta especie de balística de desinformación volando por todas partes, y en Jean vemos el costo humano de eso”, declara Andrews.

(Fuente: https://hotcorn.com)  

Premios

• Festival de Venecia: Sección oficial (fuera de concurso)