Pulgarcito es un niño poco querido en su entorno, es el pequeño de una familia de campesinos, el que paga todos los platos rotos de sus hermanos. Los tiempos son difíciles. La guerra está devastando la región. Una horda de soldados ha saqueado la granja familiar y como consecuencia de todo, llega la hambruna. Los padres de Pulgarcito deciden abandonar a sus hijos en un inmenso bosque.

Olivier Dahan (La Ciotat, 1967) entra a los 20 años en la Escuela de Arte de Marsella donde obtiene en 1991 el Diploma Nacional Superior de Expresión Plástica. Apasionado por la imagen, realiza siete cortometrajes entre 1988 y 1997, paralelo a diversas exposiciones de arte. Igualmente realiza un gran número de video clips para IAM y Mc Solaar, y para artistas internacionales como The Cranberries y Zucchero.

En 1994, Olivier Dahan hace su primer largometraje, Frères, de la colección "Tous les garçons et les filles de leur âge" de la cadena ARTE, cuya difusión fue a través de la televisión, pero seleccionado para el Festival de Berlín. Ya para el cine filma, en 1997, Déjà mort, un drama que describe con violencia y desesperación el universo de una joven rica y enferma.

Cinco años más tarde, después de haber cambiado totalmente de registro con una adaptación ambiciosa del cuento de Charles Perrault, Pulgarcito (Le petit poucet, 2001), regresa al film sombrío con La vie promise (2002) en el que Isabelle Huppert interpreta a una prostituta que busca a su ex-marido. Al año siguiente, los productores Alain Goldman y Luc Besson, interesados por su estilo visual, le confían la realización de Los ángeles del Apocalipsis (Rivières pourpres 2 - les anges de l'apocalypse, 2004) ocasión para que Olivier Dahan se reencuentre con Benoît Magimel al que había dirigido en Déjà mort.

El cineasta confiesa que hacía tiempo deseaba hacer un film donde el héroe fuera un niño. En principio pensaba adaptar la novela de Jules Renard, “Poil de Carotte” (Pelo de Zanahoria), donde el autor revive su propia infancia, dura y llena de humillaciones. “Releyendo el libro me percaté que era oscuro, duro y seco, y dejaba poco espacio para la imaginación”, señala Dahan. “Con Pulgarcito, por el contrario, tenía más libertad. Y me acerqué a los productores con estos firmes deseos: hacer un film con y para los niños y trabajar en estudio. En esto, el productor Eric Névé ha hecho posible una buena parte de este entusiasmo“.