Se narran las desventuras de una gran cantidad de personajes, centrando la mirada en dos de ellos: por un lado está Michèle, una mujer casada con un hombre desocupado, borracho y abusivo, que trabaja por las noches en una empresa pesquera y, de día, intenta ayudar a su hija drogadicta; en el otro lado está Paul, un hombre solitario que decide traicionar a sus compañeros estibadores en huelga para -con la plata de la indemnización- convertirse en taxista. Historias singulares que se desarrollan al mismo tiempo y en el mismo espacio, la ciudad de Marsella en el año 2000.
REFERENCIA
De origen a la vez armenio y alemán, Robert Guédiguian (Marsella, 1953), creció en el barrio popular de L’Estaque, en Marsella. Se interesa rápidamente por la cuestión política y comienza sus estudios de sociología en la facultad de Aix-en-Provence, donde conoce a su futura compañera, Ariane Ascaride. Guédigian, autor de una tesis acerca de la percepción del Estado sobre el medio obrero, es rápidamente contactado por René Féret para coescribir una adaptación de Berlin Alexanderplatz. El proyecto no se concretará, pero Guédiguian colaborará con el cineasta en el guión de Fernand, en 1980.
Desilusionado por la política, Robert Guédiguian consigue en el cine una nueva forma de compromiso. Filma en 1980 su primer largometraje, Dernier été, presentado en la sección paralela en Cannes. Con Ariane Ascaride y Gérard Meylan, actores que intervendrán en la mayor parte de sus films, forma la "familia Guédiguian", la cual contará también rápidamente con Jean-Pierre Darroussin. Guédiguian se califica a sí mismo como un "cineasta de barrio", y ha rodado diversos films testimoniales, como Rouge midi (1985), retrato de varias generaciones de inmigrantes italianos. Sale de la sombra en 1995 gracias a A la vie, à la mort!, un himno a la solidaridad que fue saludado por la crítica, pero el gran público no lo descubrirá sino con la optimista Marius et Jeannette, un romance en el medio obrero que le da Ascaride el César a la Mejor actriz en 1998.
A partir de entonces, Robert Guédiguian ensaya diferentes géneros, desde el film noir (A la place du coeur, 1998) a la fábula (Mon père est ingénieur, 2004). Lejos del cliché del buen humor mediterráneo, el cineasta rueda en 2000 una ambiciosa obra coral, La ciudad está tranquila (La ville est tranquille), acto desesperado sobre la miseria social y el fin de las utopías. Heredero del cine popular de los años 30 y 50 –filma A l'attaque! (2000) una variación personal de La fête à Henriette, (1952) de Duvivier-, Guédiguian es el autor en 2002 de un vibrante melodrama, Marie-Jo y sus dos amores (Marie-Jo et ses deux amours), presentado en la competición del Festival de Cannes.
En 2004, abandona el pequeño escenario de L’ Estaque para rodar Promeneur du Champ de Mars, evocación púdica y desapasionada de los últimos días de la vida de François Mitterrand, que estuvo en el Festival de Berlín 2005.
Tanto el director como su inseparable Ascaride viven en París, pero como se ha visto los rodajes de sus películas tienen siempre como escenario la ciudad de Marsella. Guédiguian confiesa los motivos que le inspiraron para concebir La ciudad está tranquila, aunque en la escritura del guión dice haber pensado en el film Short Cuts (1993) de Robert Altman: “Cuando se mira Marsella desde Notre Dame, se tiene la impresión de que es una ciudad de relajación, como de reposo de las fatigas después de la jornada… Se puede imaginar un montón de cosas bellas cuando al atardecer el sol juega con el mar… los sonidos de la ciudad, las personas que vuelven a sus casas, cenan, se cuentan historias, festejan sus aniversarios… Siempre he pensado que esta serenidad no es más que una apariencia, que realmente cosas malas circulan por allí, cosas peligrosas, tremendas, que pueden en todo momento echar fuego en esta ciudad. Podría decir que la idea del film viene de allí. Y el film trabaja sobre estas ideas y estos comportamientos que particularmente me asustan.”
Guion: Robert Guédiguian, Jean-Louis Milesi
Producción: Robert Guédiguian, Michel Saint-Jean, Gilles Sandoz
Fotografía: Bernard Cavalié
Montaje: Bernard Sasia
Intérpretes: Ariane Ascaride, Jean-Pierre Darroussin, Gérard Meylan, Alexandre Ogou, Pierre Banderet, Jacques Boudet, Pascale Roberts, Julie-Marie Parmentier, Christine Brücher.
Distribución: Embajada de Francia