El antibelicista film de Stanley Kubrick que recrea la Gran Guerra sobre las mismas trincheras del oscarizado 1917 de Sam Mendes.
REFERENCIA
"En este film los héroes son los rasos enviados a una muerte segura por esos generales bastardos (vuelvo a hablar como un adolescente) que evidentemente no saben guerrear sino a costa de la muerte gratuita de los demás. Kubrick realiza un film notable contra la guerra, que merece figurar entre las mejores obras antibélicas de la historia del cine. Además lo hace con una maestría en el uso de los recursos de la imagen fílmica pocas veces vista. El uso del travelling, por ejemplo, en el recorrido por las trincheras lo convierte en un dédalo perverso, donde los hombres yacen entre excrementos, barro y detritus como si se tratase de condenados en los círculos del infierno. El sufrimiento, el dolor y la muerte son el día a día de estos soldados usados por sus oficiales como marionetas y cuya vida no tiene ningún valor.
La película se inspira en hechos reales y ello hace más horrenda la situación que plantea, al mostrar uno de los rostros más aterradores de la “Gran Guerra”, la que acabaría con todas las guerras porque ante sus atrocidades nadie imaginó que se alcanzarían mayores crueldades. Inocente esperanza que se desvaneció ante las nuevas cotas de matanza colectiva alcanzadas durante la Segunda Guerra Mundial.
Como corolario de la demencial situación, tres de los soldados, falsamente acusados y elegidos al azar, deben enfrentar un Consejo de Guerra y el pelotón de fusilamiento para lavar la culpa de una estrepitosa derrota. La imagen de los generales y oficiales de mayor rango haciendo culpables de su propia incompetencia a los soldados, es de una perversidad insólita por su cinismo despiadado y la actitud implacable y viciosa con los subordinados. El intento del personaje de Kirk Douglas, quien trata por todos los medios de enfrentarse a tal injusticia, está condenado al fracaso desde el comienzo. El final del film deja un sabor agridulce, cuando la muchacha prisionera canta una vieja balada en alemán que habla de un amor malogrado por el destino. Para bien de Kubrick, este film desesperado y pesimista tuvo un final feliz en la realidad, esa joven actriz se convirtió en su esposa y lo acompañó hasta su muerte en 1999". Jacobo Penzo, enero de 2014.
Guion: Dirección: Stanley Kubrick Guion: Stanley Kubrick, Calder Willingham, Jim Thompson sobre la novela de Humphrey Cobb.
Producción: MGM.
Fotografía: Georg Krause (B/W).
Música: Gerald Fried.
Intérpretes: Kirk Douglas, George MacReady, Adolphe Menjou, entre otros.