DIRECTOR

John Crowley

Theodore "Theo" Decker tenía 13 años cuando su madre murió en un atentado en el Museo Metropolitano de Arte. La tragedia cambia el curso de su vida, enviándole una odisea de dolor y culpa, reinvención, redención e incluso amor. A pesar de todo, se aferra a una pieza tangible de esperanza de ese terrible día: una pintura de un pequeño pájaro (jilguero) encadenado a su percha.  

El cineasta irlandés John Crowley (Cork, 1969) es el encargado de dirigir El jilguero (The Goldfinch, 2019), la adaptación de la novela de Donna Tartt, publicada en 2013, recibida con excelentes críticas, pasando más de 30 semanas en la lista de best-sellers del New York Times y ganando el Premio Pulitzer de Ficción en 2014. 

Se trata del sexto largometraje del director, quien alcanzó notoriedad internacional con Brooklyn (2015), protagonizado por Saoirse Ronan, un drama sobre la inmigración que fue nominado a tres premios Oscar, incluyendo Mejor película y guion adaptado. 

Crowley se inició en el teatro donde ha dirigido varias obras. Su primer film fue Intermission (2003), comedia negra ambientada en Dublín, protagonizada por Colin Farrell, Cillian Murphy y Kelly Macdonald. Le siguieron los dramas Boy A (2007), Is Anybody There? (2008) con Michel Caine, Closed Circuit (2013) con Eric Bana, Rebecca Hall y Jim Broadbent y la ya mencionada Brooklyn. 

Producida por Wagner Bros. y Amazon Studios, El jilguero está protagonizada por Nicole Kidman y Ansel Elgort, en un argumento que adapta las más de 800 páginas del libro de Tartt que sigue a Theo (interpretado por Oakes Fegley como niño y por Elgort como adolescente), un sobreviviente de un ataque terrorista en un museo de arte, que roba una famosa pintura llamada "The Goldfinch" cuando pierde a su madre en el atentado, lo que cambia por completo su vida. 

En el libro, la historia que abarca décadas y se cuenta de manera lineal, ha sufrido un cambio de perspectiva bajo la adaptación de Crowley, quien decidió tomar un camino diferente. “La decisión inicial de no seguir la estructura lineal del libro, sino más bien intercalarla para crear algo más cinematográfico e impresionista, fue algo que nos liberó y nos permitió lidiar con el paso del tiempo y dejar fuera trozos del libro que, aunque hermosos y maravillosos en su entorno intencional, eran quizás menos dramáticos”.

Con la ayuda del director de fotografía ganador del Oscar, Roger Deakins, “pudimos abordar la idea de lo que se ve y lo que no se ve y también lo que se recuerda y cómo los recuerdos se pueden aplastar y evaporar con el tiempo”, ha dicho el director.

(Fuente: www.ismorbo.com)  

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