DIRECTOR

Carlos Morelli

Tito es un niño de 13 años y superdotado en el fútbol que atrae a un ambicioso representante que le ofrece un contrato que lo sacará a él y a su familia de la pobreza. Sus padres, temiendo dejar pasar la oportunidad, parten con él para vivir en la capital. Poco a poco Tito deja de ver el fútbol como un juego, y abandona los estudios para enfrentase a las responsabilidades del mundo adulto. 

Graduado como licenciado en Producción Audiovisual de la Universidad ORT de Uruguay, Carlos Morelli (Montevideo, 1977) debuta como realizador con Mi Mundial (2017), film que ha escrito y dirigido a partir de la novela juvenil homónima del exfutbolista, entrenador y escritor uruguayo Daniel Baldi, que en su momento (publicada en 2010) tuvo una recepción de best seller.

Tanto en la novela como en la película, el argumento se adentra en el mundo del fútbol a través de la figura de su protagonista, Tito, un niño de 13 años que debe moverse entre sus aspiraciones y su entorno familiar.  

Para cualquier director, el reto mayor es el rodaje de las escenas de partidos de fútbol por lo que implica a nivel técnico. En este sentido “hay fundamentalmente cuatro secuencias de fútbol y para cada una diseñamos una estrategia visual”, afirma Morelli. “Luego la cotejamos con los recursos y diseñamos una forma de trabajo en la que sabíamos que teníamos que tener una precisión muy importante en lo que es la geometría del fútbol.” Con ello se refería a la altura ideal desde la que había que filmar, los pases, etc., para que todo se viera como se ve en una cancha.

El otro gran desafío, por lo menos visto desde otro estereotipo, es trabajar con niños. En el film actúan por lo menos tres (Facundo Campelo, Candelaria Rienzi y Enzo Risso, que hace de mejor amigo de Tito). 

“Los traté igual que a todo el mundo y ellos lo agradecieron muchísimo”, confiesa el director. “Y me ayudó a ser mejor. Hay que tener mucha paciencia porque estamos en distintos universos, entender sus ritmos, y mucha intuición para saber cuándo es suficiente de tomas y ver la curva de aprendizaje de los chicos y que en algún momento había que cambiar de estrategia”. (www.programaibermedia.com).

NOTAS DEL DIRECTOR 

“La historia de Tito aporta una reflexión sobre la educación pública y al hecho de que los programas no contemplan los intereses de los chicos: ¿por qué no hacer matemáticas con goles y estadísticas futbolísticas? La personalidad de Tito no tiene cabida en el sistema educativo y Tito es forzado a ‘super desarrollar’ sus talentos con contrato, patrocinadores y horarios. Mi Mundial es un film con el ‘sabor’ del cine Británico social que denuncia las desventuras de la clase media anglosajona. Ken Loach es la gran referencia no solo estéticamente, sino también temáticamente: Tito y su familia se ven forzados a una vida de recursos limitados, pobres en educación y oportunidades de crecimiento, y el talento del niño con la pelota es la única posibilidad de supervivencia. Otra referencia es Billy Elliot: Un ‘coming-of-age’ film en el que como Mi Mundial el eje de la transformación no se centra en el despertar sexual del personaje, sino que son dos relatos de desarrollo físico y en los que la relación padre-hijo tienen un lugar central en la trama”.

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