DIRECTOR

Patxi Amezcua

Cada día, Sebastián recoge a sus hijos, Luna y Luca, en el piso de Delia, su ex-mujer y juegan a "ver quién llega antes" abajo: los niños por las escaleras, el papá por el ascensor. Un día Sebastián llega a la planta baja y los niños no están y tampoco los encuentra al buscarlos. Comienza a aflorar el miedo y recibe una llamada telefónica en la que un secuestrador pone precio para la liberación de sus hijos. 

Séptimo (2013) es el segundo largometraje que dirige el cineasta navarro Patxi Amezcua (Pamplona, 1968), luego de haber debutado con 25 kilates (2009). 

Amezcua se licenció en Periodismo en la Universidad de Navarra y tras su paso por la Universidad de California (UCLA) para cursar estudios de guion de cine, inició su carrera profesional como guionista, trabajando para varias productoras y desempeñando esta labor en los largometrajes Bruc (2010), Trastorno (2006) y El viaje de Arián (2001). 

Su ópera prima, 25 kilates, escrita y dirigida por él, fue presentada internacionalmente en el Festival de Toronto y seguidamente seleccionada para Karlovy Vary, donde obtuvo el Variety Critics Choice Award como una de las 10 mejores óperas primas europeas del año. Posteriormente la película se presentó en los Festivales de San Sebastián, Valladolid y Málaga. 

En el guion de Séptimo, cuenta con la colaboración del guionista y realizador argentino Alejo Flah, en una historia en la que juega con el suspense, en el más puro estilo hitchcockiano, en la que se narra la angustia de un padre (encarnado por el conocido actor argentino Ricardo Darín) por la desaparición repentina de sus dos hijos.   

“Mi idea fue huir, en la medida de lo posible, del lado melodramático de la situación y sacar el máximo partido al elemento de suspense que generaba la trama que teníamos entre manos. Todas mis elecciones narrativas como guionista fueron en esa dirección y todas mis decisiones artísticas como director fueron en esa línea. Elegí unos actores, unos escenarios, una fotografía, una música, un sonido y un montaje que generaran suspense”, comenta el director. 

“Una vez acabada la película, y viéndola en pantalla, creo que lo hemos conseguido. La película funciona como yo quería. Tiene intriga, tiene tensión, tiene ritmo, tiene emoción, tiene sorpresas. Podría haber sido mucho más dura y oscura, pero eso la habría hecho menos comercial, y yo quería una película apta para el gran público. Podría haber sido mucho más melodramática y lacrimógena, lo cual quizás la hubiera hecho aún más comercial, pero también la habría hecho menos interesante narrativa y visualmente”, enfatiza Amezcua. (http://noticine.com).

La película compitió en le Festival de Miami.