DIRECTOR

Guy Ritchie

Cuando el padre de Arturo niño es asesinado, el tío de Arturo, se apodera del trono. Arturo, desprovisto de su derecho de nacimiento y desconociendo su verdadera identidad, crece de la forma más dura en los oscuros callejones de la ciudad. Pero una vez que saca la espada de la piedra, su vida se revoluciona y es forzado a reconocer su verdadero legado, le guste o no.

Sin dudas que el británico Guy Ritchie ha alcanzado sus mayores éxitos con las dos entregas basadas en el personaje de “Sherlock Holmes” (2009 y 2011) –de la que ya se prepara un tercer capítulo-, pues a su versión de la serie de televisión de los 60, El agente de C.I.P.O.L (The Man from U.N.C.L.E., 2015) realizada a continuación, no le fue tan bien como se esperaba.

Ahora enfrenta el abordaje de un personaje legendario, el rey Arturo, en una superproducción que se estima en más 170 millones de dólares su costo.

Recordemos que varias películas se han centrado en este personaje, entre ellas podemos nombrar Los caballeros del rey Arturo (Knights of the Round Table, 1953), de Richard Thorpe, Excalibur (1981) de John Boorman, Lancelot, el primer caballero (First Knight, 1995) de Jerry Zucker con Sean Connery y Richard Gere y El Rey Arturo (King Arthur, 2004) de Antoine Fuqua con Clive Owen. Estos dos últimos no muy bien apreciados por la crítica, por cierto. 

La película que dirige Ritchie – de cuyo éxito de taquilla dependerá una posible secuela- es una especie de re-imaginación de la leyenda de Arturo, a partir de las historias compiladas por Thomas Malory en el libro “La muerte de Arturo”, publicado en 1485 y que también fue la base para el Excalibur de Boorman.

Precisamente es esta cinta la que inspiró al cineasta: “Mi primera experiencia con el rey Arturo fue con el filme de Boorman. Lo vi cuando tenía 10 años, y me pareció muy provocativo. Fascinante. Y a partir de ese momento, la leyenda me atrapó”, ha confesado Ritchie.

Además del estilo hiperkinético propio del realizador, el espectador podrá sorprenderse por la introducción de elementos fantásticos en el relato, no obstante, Ritchie ubica la infancia del futuro rey en los “barrios bajos” de los restos de lo que había sido la Britania romana: “La esencia de la leyenda de Arturo tiene que ver con la idea de trascender a uno mismo. Entonces, el viaje que propone la película es ese pasaje que va de la infancia a la adultez, que en este caso coincide con el de la pobreza al trono, haciendo hincapié en la idea de hacer las cosas por uno mismo; de ser completamente independiente”, explica el director.

Y agrega: “Es una historia universal. Supongo que es una historia francesa sobre Inglaterra, pero en el fondo es internacional. Es la historia de cualquier hombre.” 

(Fuente: www.clarin.com)