DIRECTOR

Stuart Hazeldine

Una agradable excursión familiar se transforma en tragedia cuando Missy, la hija pequeña de Mack, desaparece. Ante la evidencia del asesinato de la niña, el padre reaccionará rebelándose frente a Dios, ante lo que considera una radical injusticia. Cuatro años después, Mack recibe una carta firmada por Dios, que le conmina a reunirse con él en la cabaña donde la niña murió. Tras la reunión, la reflexión de Mack acerca de lo ocurrido cambia por completo.

La cabaña (The Shack, 2017) es el segundo largometraje que dirige el guionista y realizador británico Stuart Hazeldine (Surrey, 1971) luego de debutar con el aclamado thriller psicológico independiente Exam (2009), en el que ochos personas luchan por un puesto de trabajo, y que le valió una nominación a los BAFTA como Mejor director debutante. 

La cinta está basada en el exitoso libro homónimo del autor canadiense William Paul Young, publicado en 2007, y cuyo desarrollo como guion comenzó en 2013 cuando el sello Summit adquirió los derechos. Esto representaba para el productor Gil Netter todo un nuevo desafío pues anteriormente él había producido adaptaciones un tanto difíciles centradas en historias personales como las de Una aventura extraordinaria (Life of Pi, 2012) que dirigiera Ang Lee; Un sueño posible (The Blind Side, 2009) o la comedia Marley y yo (Marley & Me, 2008). 

En principio el actor-realizador Forest Whiteker fue el elegido para dirigir esta cinta pero luego de su deserción el proyecto recayó en manos de Hazeldine quien, por el tema religioso que trata la cinta, ha estado ligado al mismo pues en 2004 dirigió el cortometraje Christian, en el cual se imaginaba a Jesucristo visitando un conflictivo colegio británico, disfrazado de joven de 14 años.

Tanto en el libro como en la película Dios es representado por una mujer afroamericana que se hace llamar Papa (personaje que encarna la ganadora del Oscar Octavia Spencer). Los elementos fantasiosos de la historia, como presentar al Espíritu Santo no como una paloma sino como un ser humano, por ejemplo, o su contenido de filosofía humanista, hicieron que el libro no contara con el aval unánime de las comunidades cristianas. No obstante fue precisamente por esto que se convirtió en un gran éxito manteniéndose por varias semanas en el tope de la lista del The New York Time. El autor William Paul Young expresó en su momento que concebir a Dios como una mujer tenía como único objetivo, precisamente, alterar las ideas preconcebidas de la religión. 

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