DIRECTOR

Robert Zemeckis

En 1942, en el norte de Africa, en plena Segunda Guerra Mundia, el oficial de inteligencia Max Vatan conoce a Marianne Beausejour, miembro de la resistencia francesa, en una misión mortal tras las líneas enemigas. Renunidos en Londres, su relación se ve amenzada por las presiones extremas de la guerra. 

Aunque conocido por ser un experto en películas en donde los efectos visuales juegan un papel preponderante, es cierto que también Robert Zemeckis ha rodado otros films de temas más centrados en historias humanas y contemporáneas. No solo ha sido fácil sino exitoso para este director ir desde la influyente saga de los años 80, “Regreso al futuro”, a la parodia de La muerte le sienta bien (Death Becomes Her, 1992), o a una cinta como Forrest Gump (1994), ganadora del Oscar, o a la reciente En la cuerda floja (The Walk, 2015), en la que recreaba el extraordinario paso sobre la cuerda floja entre las antiguas Torres Gemelas de Nueva York. Pero Zemeckis también ha participado en películas que se basaban en la pura fuerza de la narración de historias, como Náufrago (Cast Way, 2000), la historia de la víctima de un naufragio que ajusta cuentas con su existencia, o El vuelo (Flight, 2012), que desentierra la batalla interna que un piloto heroico libra contra el alcoholismo. Y no obstante, por amplio que sea el abanico de historias que Zemeckis ha explorado, todavía tenía que abordar el género romántico de época. Tampoco había llevado su estilo visual a los evocadores paisajes de la Segunda Guerra Mundial, y ambas cosas le atraían como cineasta. 

Cuenta el productor Graham King que fue el propio Zemeckis quien se presentó en su oficina y “me dijo, ‘Me encanta este guion de Steve Knight y quiero dirigirlo’. No le conocía, nunca habíamos hablado, pero era un gran admirador de su obra”, recuerda King. “Más tarde descubrí que Bob quería hacer una película sobre la Segunda Guerra Mundial desde hacía mucho tiempo”.

El guion de Aliados (Allied, 2016) lo firma Steven Knight, quien tiene en su haber los libretos de Dirty Pretty Things (2002) de Stephen Frears, por el que fue nominado al Oscar, y de Promesas peligrosas (Eastern Promises, 2007) de David Cronenberg.

Dice Zemeckis: “El guion tenía un hálito romántico, épico, arrebatador. Lo que más me gusta como director es conmover al público, y cuando cuentas una historia tan impactante como esta, con tantos altibajos y vaivenes emocionales, tienes a tu disposición unas oportunidades insuperables para hacerlo. Este tipo de historia es perfecta para un cineasta como yo, porque me gusta despertar sentimientos en el público y utilizar todas las herramientas que tengo a mi disposición para lograrlo”. Zemeckis entendió que se trataba de una historia que plantea las preguntas que todos nos planteamos respecto de nuestros seres queridos: ¿Te conozco de verdad? ¿Puedo confiar en ti absolutamente? ¿Me traicionarás? ¿Hasta dónde llegarías para salvar lo que tenemos? Pero estas mismas preguntas cobran una ferocidad implacable, letal, en el mundo de los espías de la Segunda Guerra Mundial, siempre en la cuerda floja.

“Aliados es, sin duda alguna, una historia de traición, y ese es el tema universal de esta película: cómo reaccionamos cuando empezamos a pensar que la persona a la que amamos no es lo que dice que es”, comenta Zemeckis. “Es algo que ocurre en la vida, pero en el mundo de Max y Marianne, tenemos dos personas que ya estaban fingiendo ser otras personas desde el momento inicial, y la verdad les resulta elusiva a ambos. ¿Cómo puedes generar confianza? ¿Y cómo puedes ni siquiera hablar con tu ser amado si crees que el enemigo está escuchando vuestras palabras?”

(Fuente: www.diariodevenusville.com) 

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