El príncipe Judah Ben-Hur es falsamente acusado de traición por su hermano de adopción Messala, un oficial del ejército romano. Despojado de su título, separado de su familia y de la mujer que ama, Judah se ve sometido a esclavitud. Tras pasar años en galeras, Judah vuelve a su tierra natal en busca de venganza.
REFERENCIA
Se trata de una nueva adaptación a la pantalla grande de la novela de Lew Wallace, publicada en 1880 y que tuviera su primera versión en cine, no autorizada, en 1907, dirigida por el canadiense Sydney Olcott, de 15 minutos de duración. Pero las adaptaciones más famosas han sido la de Fred Niblo en 1925, con Ramón Novarro, y, aún más, la de William Wyler de 1959, con Charlton Heston, una de las tres cintas en la historia en ganar once premios Oscar, incluyendo los de Mejor película y dirección.
Ahora el cineasta kazajo nacionalizado ruso, Timur Bekmambetov (Guryev, 1961), se ha hecho cargo de esta nueva versión, que como era de esperarse utiliza los más avanzados trucos tecnológicos a su disposición.
Una historia intemporal
Cuando Bekmambetov (Se Busca, Guardianes de la noche) recibió la oferta de dirigir una reinterpretación de una de las películas más apreciadas de la historia del cine, tuvo serias dudas. "El Ben-Hur de 1959 no es simplemente una película, es un fenómeno que tuvo una gran influencia en la cultura del siglo XX", explica Bekmambetov. "Por eso, cuando me ofrecieron dirigir su readaptación, mi primera intención fue ‘no, de ninguna manera’. Afortunadamente, el productor Sean Daniel me persuadió de que leyese el guion, que resultó ser esta historia tremendamente trascendental, que impresiona no solo mediante su sensacional acción, sino gracias a un plantel de personajes reales como la vida misma y unas reflexiones de enorme profundidad. Aunque la acción y las circunstancias tienen lugar hace miles de años, las emociones y las acciones de los personajes son perfectamente comprensibles desde un punto de vista actual y tienen una resonancia moderna y universal".
El escritor John Ridley tuvo similares reservas a la hora de desarrollar el guion. "Puede que los más fervientes admiradores de la película de 1959 consideren blasfemo hacer una nueva versión, sea como sea esa versión, pero se olvidan de que estos personajes ya existían 80 años antes de esa película. Normalmente la gente solo recuerda a Charlton Heston y la carrera de cuadrigas, pero Judah Ben-Hur es un personaje clásico con muchos matices. Es un hombre al que han traicionado, que quiere venganza y redención. Los personajes atractivos, como Ben-Hur y Messala son el motivo de que podamos volver a estas historias una y otra vez, así que quise que el conflicto personal entre estos antiguos amigos fuese tan tenso y memorable como la culminante carrera de cuadrigas".
"Los aspectos emotivos de la película, la contraposición de venganza y perdón, son cuestiones intemporales. Los conflictos a los que se enfrentan los personajes son tan relevantes en la actualidad como en la Roma imperial o en 1880, cuando Lew Wallace escribió la novela", explica Daniel. "Es la naturaleza humana, y la naturaleza humana no cambia".
"En muchos aspectos seguimos viviendo en el Imperio romano, seguimos viviendo de acuerdo con sus valores", comenta Bekmambetov. "El poder, la codicia y el éxito gobiernan el mundo, todo el mundo trata de conseguir todo compitiendo encarnizadamente y casi nadie se da cuenta de que los verdaderos valores humanos son la colaboración y el perdón". (*)
Presupuesto, rodaje y elenco
El presupuesto total del film ascendió a 100 millones de dólares. El rodaje tuvo lugar en los estudios Cinecittá de Roma y en la ciudad de Matera, ubicada al sur de Italia y con una larga relación con el cine, pues sus antiguas casas y calles ha servido de escenario a producciones bíblicas como El evangelio según Mateo (1964, Pier Paolo Pasolini) y La Pasión de Cristo (2004, Mel Gibson), entre muchas otras.
La secuencia principal, como no, sigue siendo la carrera de cuadrigas, cuya realización tomó dos meses. Se ubicaron cámaras entre los caballos y los actores y se prescindió en lo posible de efectos digitales.
El actor inglés Jack Huston (hijo del gran cineasta John Huston y sobrino de la actriz Angelica Huston) toma el papel de Judah, y es acompañado en el reparto por Morgan Freeman, Toby Kebbell, Nazanin Boniadi y el brasileño Rodrigo Santoro, entre otros.
(*) Fuente: www.lahiguera.net
Guion: Keith Clarke y John Ridley; basada en la novela de Lew Wallace.
Producción: Mark Burnett, Sean Daniel, Duncan Henderson, Joni Levin.
Fotografía: Oliver Wood.
Montaje: Dody Dorn, Richard Francis-Bruce, Bob Murawski.
Música: Marco Beltrami.
Director de Arte: Naomi Shohan.
Intérpretes: Jack Huston (Judá Ben-Hur), Morgan Freeman (Ilderim), Toby Kebbell (Messala), Nazanin Boniadi (Esther), Rodrigo Santoro (Jesús), Sofia Black D’Elia (Tirzah), Ayelet Zurer (Naomi).
Distribución: Cinecolor Films / Disney