DIRECTOR

Thea Sharrock.

La joven veinteañera Louisa “Lou” Clark vive en un pequeño pueblo en mitad de la campiña inglesa. Sin un rumbo claro en su vida, inestable y creativa, Lou va de un trabajo a otro para ayudar a su familia a llegar a fin de mes. Sin embargo, su habitual actitud alegre se pone a prueba cuando afronta un nuevo reto profesional. Acepta un trabajo en el “castillo” local y se convierte en cuidadora y compañera de Will Traynor, un joven banquero adinerado que se quedó en silla de ruedas tras un accidente hace dos años. 

Yo antes de ti (Me Before You, 2016) marca el debut como realizadora de la británica Thea Sharrock (1976), quien anteriormente se había desempeñado en el teatro, dirigiendo obras conocidas como “Equus”, protagonizada por Daniel Radcliffe, o “The Sunshine Boys”, con Danny DeVito, además de trabajar en televisión en series como “The Hollow Crown” (2012) de la BBC. 

La película es la adaptación de la novela homónima de la autora británica Jojo Moyes publicada en 2012, convertida en auténtico best-seller del Sunday Times y el New Yor Times, y ha vendido más de tres millones de copias en todo el mundo. 

Aunque el primer borrador del guion fue escrito por la misma autora del libro en el que se basa la película, algunos cambios fueron llevados a cabo por los guionistas Scott Neustadter y Michael H. Weber, quienes han colaborado juntos en anteriores ocasiones, como por ejemplo en los guiones de (500) Días con ella (500 Days of Summer, 2009) y Bajo la misma estrella (The Fault in Our Stars, 2014).

"Deseaba tocar este tema universal de la forma más sencilla y, sin embargo, maravillosa en la que estas personas se enamoran, mientras se ofrece un espacio para que la gente piense acerca de lo que realmente importa", ha dicho Sharrock, añadiendo que ella ve los temas de la discapacidad y la moral de la eutanasia como algo difícil en lugar de ser algo realmente "oscuro". 

"Deseaba tocar a través de lo raro que es permitimos que alguien entre en nuestras vidas y confiar en ellos para mostrarnos una forma diferente de existir", según Sharrock, que tuvo que ver la película Love Story de 1970, como parte de la preparación para el rodaje. "Llorar en el cine puede ser una liberación de todos modos, sobre todo si hay un par de risas también. Es un poco como el yoga o una sesión de terapia. Es nuestra vida moderna es muy fácil perder de vista lo que sentimos a veces. Por otro lado, nunca estuvo en mi mente emitir juicio alguno sobre los temas abordados". 

(Fuente: www.theguardian.com)