Ana es una joven cantante lírica venezolana que sueña con ser cantante de ópera. Para cumplir este sueño, su primer paso es dejar plantado a su novio en el día de su boda. Con mucho entusiasmo, viaja a París para conseguir lo que desea. Una vez allí, cuatro jóvenes latinoamericanas la acogen en un pequeño ático de dos habitaciones, y vivirá varias experiencias que cambiarán su vida, conoce a unos personajes variopintos, entre ellos un brujo del Caribe y un camarero homosexual.
REFERENCIA
Fina Torres no había filmado largometraje desde Oriana (1985), con el que ganó la Cámara de Oro en Cannes. Según sus declaraciones, estuvo a punto de hacer otra película con locaciones en Curiepe, pero el periodista y escritor de telenovelas Ibsen Martínez la persuadió de que se trataba de una especie de "Oriana II". Pasaron los años y decidió hacer una comedia, para explotar esa vena humorística del venezolano que no se ve en las imágenes internacionales, mostrandolos solo como traficantes y matones tercermundistas -v.gr., Sicario (1994)- . Así que luchó en Francia y en Venezuela y con unos 8 millones de francos y se embarcó en Mecánicas celestes (1994).
La realizadora buscó un leit-motiv universal -La Cenicienta- y la encarnó en una cantante de ópera venezolana que huye a París a triunfar. Allí se encuentra a la bruja rubia y de ojos azules, a las hermanastras, y por supuesto, al príncipe azul, un celebérrimo director italiano que anda desesperado buscando su protagonista para una versión fílmica de Cenerentola de Rossini.
Guion: Fina Torres.
Producción: Fina Torres
Fotografía: Ricardo Aronovich.
Montaje: Christiane Lack, Catherine Trouillet.
Música: Michel Musseau, François Farrugia.
Director de Arte: Claire Dague, Sandi Jelambi.
Intérpretes: Ariadna Gil (Ana), Arielle Dombasle (Céleste), Evelyne Didi (Alcanie), Lluís Homar (Italo), Frédéric Longbois (Armand), Michel Debrane (Grigorief), Dominique Abel, Olivier Granier (Claude), Chantal Aimée, Jacky Nercessian.
Distribución: Cines Unidos