1878. Finalizada la Guerra Federal, el capitán Gaspar Mendoza lleva una vida de austeridad y esfuerzos junto a su familia en una vieja casona en el interior de Venezuela. Aunque Gaspar ha hecho todo lo posible por dejar atrás aquella tragedia, es su hija María Eugenia quien parece revivirla a través de terribles pesadillas que la acosan despiadadamente.
REFERENCIA
El infierno de Gaspara Mendoza (Venezuela, 2015) es el primer largometraje del cinesta venezolano Julián Balam, quien estudió en la mención Cine de la Escuela de Artes de la Universidad Central de VEnezueal. Ha trabajado en diversas áreas del audiovisual, entre ellos en el canal oficial Vive TV, en la creación de reportajes documentales y cortometrajes de contenido cultural. Su primer cortometraje fue Johnny (2007). Balam también dirigió el telefilm “Christina Style” (2013), escrito por Carlos Brito.
Balam ha escogido para su debut, al igual que lo hiciera también el debutante Alejandro Fernández con su La casa del fin de los tiempos (2013), un argumento enmarcado en el cine de terror, ambientado para más señas en los años posteriores a la Guerra Federal venezolana, contienda librada en la segunda mitad del siglo XIX, y centrado en la figura de su protagonista, un personaje que representa a un antiguo capitán de la Federación, que sostuvo ideales de igualdad para los campesinos y que luchó en la referida guerra.
Después de finalizado el conflicto, Gaspar vive con la constante tarea de tratar de olvidar el pasado, de llevar su vida de campesino, pero realmente está muy atormentado e incluso, su hija María Eugenia tiene constantes pesadillas sobre los hechos de la guerra.
“Es una película de terror gótico, adaptada al contexto venezolano en esa época de unos 15 años después de finalizada la Guerra Federal, con una Venezuela completamente destruida, sumida en la pobreza y con los traumas que traen consigo todos los escenarios de posguerra con las muertes, los combates y los traumas colectivos. Ese me parecía un escenario interesante para explorar, en especial los asuntos sobrenaturales y de misterio”, ha explicado Julián Balam.
Según el director, el personaje de Gaspar Mendoza es totalmente ficcional y no está basado en ninguna figura de la historia venezolana: “No es una película histórica, sino una película que se vale de un contexto histórico, para narrar una ficción”, apuntó.
Misterio y suspenso
Balam ha contado que la historia de su ópera prima surgió de una pequeña idea que había tenido hace unos años para recrear la vida de un hombre que había perdido la Guerra Federal y que materializaba su trauma de una manera sobrenatural en apariciones y visiones: “cómo lo atormentaban los muertos y los fantasmas de esa guerra”.
La cinta es producida por la Villa del Cine, y el director ha expresado que siempre le ha gustado el género del terror y aunque no se considera un fanático, sostiene que contar este tipo de historias no solo permite generar un suspenso en el público sino plantear varios temas a partir de los cuales los espectadores también pueden reflexionar”.
El rodaje de la película comenzó a finales de 2011 y culminó en marzo de 2012. Las grabaciones se hicieron en estudios de la Villa del Cine y las locaciones exteriores se grabaron en algunas zonas de Guarenas y Guatire.
Premios:
- Festival del Cine Venezolano, Mérida: Mejor actor (Alifa)
Fuente: www.elcorreodelorinoco.gob.ve
Guion: Rafael Pinto.
Producción: Alejandro Medina, Manuel Pérez y Patricia Mata.
Fotografía: Tonny Valera.
Montaje: Carlos Mendoza.
Música: Ángel Balam.
Director de Arte: Betsabé Clavell.
Intérpretes: Alberto Alifa (Gaspar Mendoza), Diana Marcoccia (María Eugenia), Rossana Hernández (Mercedes), Luis Abreu (Teófilo), Ana Castell (Rosario), Iván González, Vicente Peña, Mariana Francisco, Gonzalo Camacho, Anabel Lobo, Alejandro Grossmann.
Distribución: Amazonia Films