DIRECTOR

Philippe Aractingi.

Zeina vive en Dubai. En pleno divorcio decide enviar a su hijo Karim a casa de su hermana en Kherbet Selem, un pequeño pueblo al sur del Libano, para protegerlo de las peleas conyugales. Unos días más tarde estalla la guerra. Zeina, angustiada, parte inmediatamente hacia el Líbano, pasando por Turquía. A causa del bloqueo no puede llegar al puerto de Beirut hasta el alto al fuego. Pero Zeina se encuentra con Tony, el único taxista que accede a llevarla hacia el sur... 

Después de sus inicios en la fotografía de guerra, el realizador libanés Philippe Aractingi (Beirut, 1964) se traslada a Londres para convertirse en asistente de producción. Un año más tarde, es contratado por el canal libanés LBC y dirige su primer documental a los 21 años. A medida que la guerra civil llega a su punto máximo en el Líbano, se traslada a Francia en 1989 y dirige alrededor de cuarenta películas en varios formatos (desde cortometrajes a mediometrajes documentales), rodados en todo el mundo. Como director de múltiples facetas, ha realizado una película sobre la arqueología en Sri Lanka, ha observado la vida cotidiana de los niños acróbatas en Marruecos, y ha contemplado las jirafas en África del Sur, siempre pasando de un tema a otro con la misma pasión de los viajes y el descubrimiento.

Mientras tanto, sigue dedicando parte de su obra al Líbano, y las secuelas de la guerra. Al final de contienda, al abrirse las  fronteras entre los libaneses, se embarca en un viaje para encontrar la otra cara, la de capturar el sufrimiento de las mujeres libanesas, los testigos olvidados en medio de los enfrentamientos. Min ouioun el Oumanhat (Through Mothers’s Eyes, 1992) muestra al Líbano en su totalidad y es un éxito en Francia. En su poético film, Beirut de Pierre et de Mémoires (1993), de 18 minutos de duración, revela las cicatrices de la ciudad, asociando los textos de la poeta libanesa Nadia Tueni a las imágenes de un Beirut en ruinas.

En 2001, Philippe Aractingi regresa al Líbano. Con Bosta (2005), su primer largometraje de ficción, ofrece una mirada innovadora al país, dirigiendo un musical, la primera película de la post-guerra del Líbano. Con sus 140.000 espectadores en las salas libanesas, todo un récord en 25 años, esta 'road movie', a la vez entretenida y realista, vuelve a acercar a los libaneses con su cine y allana el camino para una nueva generación de películas.

Cuando en 2006 una nueva guerra estalla en el Líbano, Aractingi decide rodar su segundo largometraje. Filmado dos días después del fin de la guerra, Bajo las bombas (Sous les bombes, 2007) toma a dos actores profesionales, justo en el momento álgido de la contienda, en el sur de Líbano, y los confronta con actores reales (civiles, militares, equipos de rescate, etc.) que encarnan sus verdaderos papeles. Esta historia de ficción enmarcada en un ambiente realista, que combina escenas improvisadas y planificadas, se ha distribuido en una veintena de países. Bajo las bombas fue seleccionado en los festivales de Venecia, Sundance y Dubai, y ha ganado 23 premios hasta la fecha.

Tanto Bajo las bombas como su anterior Bosta, fueron escogidos para representar al Líbano en los premios Oscar.

Para el director: “En principio, el tema de la guerra está destinado a un solo género, el del reportaje y el documental. Pero más allá de tratar los temas candentes por parte del documental, yo ya sabía que este género tenía sus límites. Luego de esta última guerra que he vivido, estoy convencido de que era necesario ir más allá. El simple testimonio no era suficiente, necesitaba expresar toda la gama de emociones que uno siente bajo los bombardeos”.

Finaliza Aractigni: “En julio de 2006, cuando las bombas israelíes caían sobre el Líbano, era como una antigua maldición, proveniente de un pasado que creíamos desaparecido y que volvía a perseguirnos... Para mí mismo, que había hecho una película sobre la reconciliación, era difícil mantener la cabeza fría, no ceder a la ira ni al odio. Necesitaba responder. Mi única arma para enfrentar mis propios demonios y tratar de exorcizar el miedo fue testimoniar la guerra”.

Premios: 

• Festival de Venecia: Young Cinema Award
• Festival de Sundance: Sección oficial largometrajes a concurso (World Cinem
• Festival de Dubai: Mejor película y actriz (Nada Abou Farhat)
• Festival de Bratislava: Mejor actriz (Farhat), Premio FIPRESCI y Premio del Juraro Ecuménico (Mención especial)