Marcelina (48 años) y Mercedes (56 años) viven en pueblos vecinos de comunidades agrícolas en Los Andes venezolanos. Ambas comparten la misma historia trágica: sus hijas adolescentes se suicidaron, al igual que muchas otras personas en esa zona rural. A través del recuerdo de sus pérdidas y de su aflicción, el film refleja un mundo de dolor tangible en donde el silencio se ha convertido en un rasgo muy significativo de este idílico y visualmente poderoso pero violento escenario natural.
REFERENCIA
Nacido en la ciudad de Coro (estado Falcón), el venezolano Eliezer Arias es Ingeniero con Doctorado en Economía y Desarrollo Internacional de la Universidad de Bath, Inglaterra. Realizó talleres de formación cinematográfica bajo la tutoría de Lucrecia Martel, Felipe Vega, Javier Corcuera, Guillermo Arriaga, entre otros. Como Jefe del Laboratorio de Antropología del Desarrollo en el Instituto de Investigaciones Científicas de Venezuela (IVIC), en los últimos cinco años, ha explorado la creación de documentales como una forma alternativa de entender y recopilar información sobre realidades sociales, y difundirla en las comunidades protagonistas y a una audiencia general, más allá del mundo académico.
Su opera prima Nuestra historia está en la tierra (2008), sobre la lucha de los pueblos indígenas de Venezuela, participó en alrededor de 15 festivales internacionales de USA, Inglaterra, Nepal, Argentina, México, Chile, Bolivia, Italia, España, Cañada, Puerto Rico y Venezuela, y recibió tres premios y menciones especiales en algunos de ellos.
Como proyecto, El silencio de las moscas participó en diversos talleres de formación y laboratorios de distintas instituciones como los organizados por las fundaciones Carolina y Casa de América (España), el Bolivia Lab o el 3er DOCULAB de Guadalajara, entre otros, así como también fue seleccionado para las categorías Desarrollo y Producción del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía de Venezuela.
Su trabajo, a lo largo de 20 años, con las poblaciones de Los Andes venezolanos, le han permitido descubrir estadísticas muy alarmantes sobre una ola de suicidios de muchachos muy jóvenes, una preocupación que ha volcado como tema de su segundo largometraje documental El silencio de las moscas (2013), un film que ha recibido varios galardones en diversos festivales nacionales e internacionales: el primer premio del Festival de Cine Documental de Santo Domingo, así como también el galardón al Mejor Documental en el Festival Internacional de Cine Ruralia en Argentina, entre otros tantos. La película recoge los testimonios de los familiares de las víctimas, madres y hermanos, que hoy viven en medio del dolor y la incomprensión.
Cabe destacar que el nombre de la película se debe a la presencia de moscas en los cultivos típicos de la entidad y a la condición silente que ha adquirido este fenómeno en la cordillera.
Sobre los pueblos andinos donde se rodó el film y el problema de los suicidios, el cineasta explica: “Son comunidades localizadas en los páramos de Mérida, específicamente dos: Mucuchíes y Pueblo Llano. En esta última se desarrollan la mayoría de las historias paralelas y es la comunidad donde mayor información hemos recolectado en los últimos años. Desde el principio tenía temor de identificarlas directamente. Por eso, durante casi toda la película no se señala cuáles son esas comunidades. Era un temor relacionado con no estigmatizarlas, y que no fueran a ser identificadas como los pueblos suicidas. Siguiendo de cerca una historia que leí sobre un pueblo en la Patagonia argentina, en unas crónicas escritas por Leila Guerreiro, noté que algo parecido pudiese suceder. El libro se titula 'Suicidas del fin del mundo, crónicas de un pueblo patagónico'. En 2009, en un viaje que hice a Argentina logré visitar dicha comunidad, en la provincia de Santa Cruz, y noté que el pueblo quedó con ese estigma.
"De cualquier manera, es importante que se sepa sobre lo que está sucediendo en los páramos de Mérida y en otras comunidades rurales en Venezuela. He encontrado en nuestras investigaciones que los datos estadísticos oficiales están subestimados y esconden una realidad muy grave. En el caso de Pueblo Llano, encontramos tasas de suicidio que duplican las de países relacionados con ese fenómeno, como, por ejemplo, Japón. El documental está basado en información de una investigación en profundidad que hemos realizado en la zona durante los últimos ocho años. Es un fenómeno que he identificado en otras zonas rurales de América Latina, que ha sido poco estudiado de forma sistemática y es algo casi desconocido".
Declaraciones del cineasta tomadas de: (www.ideasdebabel.com)
Premios:
- Festival Cine Documental de Uruguay: Mejor dirección, fotografía y mención especial del jurado
- CarcasDoc: Premio Visor, Mejor estética documental
- Festival de Cine Documental de República Dominicana y el Caribe: 1er Premio
- Festival de Cine de Ruralia (Argentina): Mejor documental
- Festival ELCO: 2do premio, Mejor largometraje documental
- Festival de Santa Cruz, Bolivia: Mención especial fotografía
- Festival de Cartagena: Selección a concurso
- Festival de Toulouse: Selección a concurso
- Festival de Málaga: Selección a concurso
- Festival de Guadalajara: Selección a concurso
- Festival de Trieste: Selección a concurso
- Festival de Margarita: Competencia nacional
- Festival Documental de Mérida: Inauguración
Guion: Eliézer Arias
Producción: Raul Bravo, Eliézer Arias, Charles Martínez
Fotografía: Gerard Uzcategui
Montaje: Charles Martínez
Música: Leo Blanco
Distribución: Cinematográfica Blancica