DIRECTOR

Marion Vernoux

Recién cumplidos los 60 y atrapada en un matrimonio aburrido, la jubilación se le hace muy complicada a Caroline. Ahora solo tiene tiempo libre, sin saber qué hacer con él. Cuando se acerca a un centro ocupacional, conoce a uno de los instructores y algo en su vida semidormida despierta. De nuevo la pasión le hace reencontrarse consigo misma, pero al mismo tiempo podría destruir todo lo que ha conseguido hasta ahora, incluido a su fiel esposo. 

Marion Vernoux (Montreuil-sous-bois , 1966) de joven abandona sus estudios para comenzar a trabajar en el cine. Luego de ser asistente de producción a mediados de los 80, en 1987 coescribe los diálogos de la película N’importe quoi, de Florent Pagny. A este le siguió el guion de Pacific Palisades (1990).

Al año siguiente rueda un destacado telefilm Pierre gui roule, y en 1994 realiza su primer largometraje para cine, Personne ne m’aime, una ‘road-movie’ en femenino, con las musas de la Nouvelle vague, Bernardette Lafont y Bulle Ogier. A este le sigue Love, etc. (1996), adaptación del best-seller de Julian Barners con la pareja Charlotte Gainsbourg e Ivan Attal. 

Vernoux realiza a continuación dos films centrados en heroínas femeninas: De esta manera Valeria Bruni-Tedeschi encarna uno de sus más bellos papeles, el de una desempleada enamorada, en Rien à faire (1999), presentado en Venecia; mientras que Karin Viard y Hélène Fillières son las heroínas del rompecabezas sentimental que es Reines d'un jour (2001). La cineasta continúa con esta vena entre fantasía y melancolía con À boire (2004), que narra las tribulaciones de tres almas perdidas (interpretadas por Emmanuelle Béar, Edouard Baer y Atmen Kélif) en una estación de esquí. 

Con Mis días felices (Les beaux jours, 2013), Marion Vernoux no solo vuelve al cine luego de 10 años, sino que  de nuevo centra su atención en un personaje femenino, en esta ocasión interpretado por Fanny Ardant, en una adaptación de la novela “Une jeune fille aux cheveux blancs” de Fanny Chesnel. 

La directora explica qué la llevó a filmar este proyecto: “No fui yo la que tuvo la idea sino los productores François Kraus, Denis Pineau-Valencianne y Juliette Favreul Renaud, quienes me lo propusieron. Lo que me gustó en principio es que fuera yo la elegida. Cuando leí el libro, comencé a preguntarme: ¿por qué esta historia me toca? ¿Es que sinceramente puedo atraparla? Después de todo, no soy esa mujer, no tengo sesenta años, no soy de la provincia ni soy dentista... Sin embargo, y por pura casualidad, corría por mi cabeza desde hace algún tiempo, contar la historia de un personaje femenino de sesenta años, aunque no tenía nada concreto para esto”.

Vernoux ha declarado que con el film rinde a su manera un homenaje a sus padres que murieron a los sesenta años y que le hubiese gustado “tener con mi madre el tiempo que pasé con el personaje de Carolina”.

Pero el film no es sobre la vejez, sino sobre la cuestión de lo que se ha hecho con su vida, sus deseos... “y este es el tercer motivo por el cual me decidí a hacer el film: hablar sobre la pareja. ¿Qué es lo que hace que permanezcamos juntos o no? ¿Cómo se lanzan los dados? Es un gran misterio. Esa capacidad de continuar juntos o no... Es muy emocionante, sobre todo, cuando estamos en la recta final de nuestras vidas y es la hora de hacer un balance: lo que se ha conseguido, lo que se ha perdido. Y llega la pregunta: ¿moriré sola? Cuando se vive en pareja, nunca se debe olvidar que todo siempre puede romperse. De lo contrario, es mortal”.

Premios: 

• Premios César: 2 nominaciones, Mejor actriz y actor secundario
• Festival de Toronto (TIFF): Nominada al Premio del Público (Mejor película)