DIRECTOR

Richard Raymond

Basada en la historia real de Afshin Ghaffarian, un joven iraní que llegó hasta las últimas consecuencias para cumplir su sueño: Bailar. En compañía de sus amigos, Afshin aprendió los movimientos de Michael Jackson, Gene Kelly y Pina Bausch, entrando clandestinamente a YouTube en medio de las agitadas elecciones presidenciales de 2009 en Irán. Con la libertad de expresión amenazada y cuando bailar fue prohibido en un país que antes contaba con reconocidas compañías de ballet y danza contemporánea, este joven encontró en su cuerpo la herramienta para declarar su libertad.

Bailando por la libertad (Desert Dancer, 2014) es el primer largometraje que dirige el británico Richard Raymond (Londres, 1977), tras la realización de dos cortometrajes (The First Day, 1998, y The Bridge, 2005) y la producción de la película de terror Hearless, en 2009.

Raymond comenzó su carrera en el cine colándose a escondidas en los Estudios Pinewood, cuando tenía tan solo 15 años de edad. Allí se convirtió en un rostro tan habitual que obtuvo sus primeras experiencias de trabajo en películas como Entrevista con el vampiro (Interview with the Vampire, 1994), de Neil Jordan, y El quinto elemento (The Fifth Element, 1997) de Luc Besson. 

Raymond cuenta cómo Bailando por la libertad llegó a ser su debut como director: “En enero de 2010, leí un artículo en el Sunday Times de Londres, sobre un joven llamado Afshin que tuvo un sueño de convertirse en bailarín, en Irán, donde esa actividad estaba restringida. Quedé muy impresionado por su historia y me conecté a ella porque estaba muy sorprendido de que algo tan simple como la danza fuera reprimida en Irán. Hablé con Afshin en París, donde había solicitado asilo político, llevándome a Joe [guionista] al encuentro. Esperamos seis meses para llegar a conocerlo realmente a él, a la historia de su vida y ganar su confianza. Grabamos más de ocho horas de entrevistas con él, y así es como Jon y yo confeccionamos el guion”.

Evidentemente se trata de un tema iraní abordado por un británico, algo de lo que Raymond está consciente: “Soy de Londres y la sensibilidad artística que yo le podría aportar a esta película estaría envuelta en una ‘mentalidad occidental’, no importa lo que hayas investigado en la cultura iraní o cuántas películas iraníes hayas visto. Tuve que aceptar quién era yo, y mi voz, para abordar el tema instintivamente. Quería contar la historia de una manera universal y accesible, porque creo que la libertad de expresión es un tema universal. La represión no está vinculada al régimen iraní, se puede vivir en cualquier país o en la propia familia”.

La universalidad que refiere Raymond se percibe también en el hecho de que la película cuenta con un elenco repartido entre un 50% de actores iraníes y el resto de actores provenientes de otras partes del mundo: Freida Pinto, por ejemplo, es de la India y Reece Ritchie es del Reino Unido. “No es una película política, es la historia del pueblo iraní”, afirma Raymond. (Fuente: www.hollywoodchicago.com).

Otros datos: Akram Khan es el coreógrafo de las escenas de la película y tuvo el privilegio de coreografiar también la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Por su parte, Freida Pinto llevó un programa intensivo para el papel que contenía ocho horas de baile todos los días durante 14 semanas.